tag:blogger.com,1999:blog-31024427594931028972024-03-07T20:24:50.942-08:00De Palabras y SombrasXocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.comBlogger207125tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-16926952633288189402017-01-02T03:56:00.000-08:002017-01-02T03:56:02.395-08:00El Parnasillo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://2.bp.blogspot.com/-pK8_sGEhbY8/WGo-HhJIoYI/AAAAAAAACOI/JauZFl-fx6IWEOdYgKqegE2NyhhLyQyxACLcB/s1600/Parnasillo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="259" src="https://2.bp.blogspot.com/-pK8_sGEhbY8/WGo-HhJIoYI/AAAAAAAACOI/JauZFl-fx6IWEOdYgKqegE2NyhhLyQyxACLcB/s320/Parnasillo.jpg" width="420" /></a></div>
<b>Al salir por la puerta el frío te recibe con un regalo azucarado: huele a café de pueblo dentro de la gran ciudad. A este rincón tan pequeño llega gente de todo un mundo, y el rincón los recibe sin preguntar. Mira, pero no juzga, confía antes de evaluar. De hecho, no evalúa, parte del gran principio que es el gran comenzar. Todo nace. Y porque fue capaz de nacer, ha de ser respetado.</b><br />
<b><br />En este pequeño rincón del centro del emporio-imperio no todo es imperial. En realidad sólo en las alturas de las torresnoséqué se añora a ese viejo difunto. Abajo, en la calle más verdad, la de los bares, aún los más puteados son amables. Debe ser que han entendido que sólo la risa los puede salvar. Y por eso los salva.</b><br />
<b><br />El café y el ruido de las estrechas calles como despertador a prueba de pilas que se acaban, un signo de identidad. Turbante, tez canela, negra mate o brillante como la luz en junio, sonrisa árabe o maya o turca o francesa, la piedra filosofal. Y qué me importa Trump si los días ríen a través de tu boca humilde y sabia. Y qué si nos damos de cabezazos contra las putas vigas de la hermosa buhardilla que no pensó nunca en ser un continente. Y nosotros ahí... de palabra en palabra y cerveza en cerveza, con la televisión muerta desde el minuto cero y los ojos manando preguntas.</b><br />
<b><br />Haces que una ciudad enorme resulta pequeña. Te la comes a pasos y a miradas. A preguntas y a sonrisas. Debe ser por eso que no hay rincón hermoso que se te resista en esta ciudad de las plazas hermosas. Y a los que no son hermosos los bautizas porque piden el título con gracia y humildad. Se buscan clientes... Ay, la humildad... que nos roba la vida y no queda ni gota en los supermercados... </b><br />
<b><br />Y Sabina pregonando su exilio en una terraza donde el ruido del ambiente lo borra de la escena, ni qué decir del auditorio. Y vamos a equivocarnos de calle otra vez, sigamos perdiéndonos, dónde está el problema... Y será que perderse es la mejor manera de encontrar una puerta distinta que te aboca a otra vida y no te hace preguntas, por más que te hagas tú.</b><br />
<b><br />Calidez de lámpara reciclada en un mundo de madera donde la luz lo es todo, o la escasez de luz, como cuando los cines servían de cobijo al amor prohibido. Una especie de biblioteca llena de botellas, como si el alcohol hubiera vencido ya a los libros. Palabras llenando el espacio que media entre los dos y la luz, o su ausencia, de testigo alcahuete... </b><br />
<b><br />No sé por qué tendrá que ser en la calle del Príncipe. Voy a pensar que se trata del príncipe de aquel Antoine que hirió al mundo con el sacrilegio de la ingenuidad y la condena rotunda de la palabra, ese truco barato que cultivamos con tanto perseverancia hasta que nos atrevemos a mirarnos a los ojos. Y será por eso que no le doy importancia al rótulo, porque no la tiene. Pero se llama como se llama.</b><br />
<b><br />¡Salud, "Suspiritos"!</b><br />
<br />
<br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-34962182406636321062016-10-04T05:06:00.001-07:002023-10-20T09:19:50.210-07:00Taxidermia<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-Bng_iJtGcRQ/V_OYqIficBI/AAAAAAAACM4/mVH1nHw-NBk0TRVAMY1-R6AQ4L0QvdqHQCLcB/s1600/P1060422.JPG" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="https://3.bp.blogspot.com/-Bng_iJtGcRQ/V_OYqIficBI/AAAAAAAACM4/mVH1nHw-NBk0TRVAMY1-R6AQ4L0QvdqHQCLcB/s320/P1060422.JPG" width="406" /></a></div>
<b> Pasear es un arte. Y una buena compañía para el paseo es una cámara fotográfica. Además de que no habla, ayuda a justificar el ir y venir por mil rincones sin que nadie perciba nada extraño en tu deambular por aquí o por allá, a veces de forma errática.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Las cámaras fotográficas adoran las cosas viejas, vapuleadas por el tiempo, muertas (o no tanto) hasta la herrumbre. Se sienten irremisiblemente atraídas por esa herida y uno no puede contenerlas. Cuando te das cuenta estás en medio de un patio que no es de tu propiedad, y sueles percibirlo cuando ya la cosa no tiene solución. Perdone, ¿qué hace usted aquí? La pregunta te deja helado pero tiene la virtualidad de pintarte cara de inocencia. Balbuceas cualquier excusa escasamente inteligible y casi siempre te encuentras con la magnanimidad de tu desconocido interlocutor. A veces incluso te llevas grandes sorpresas.</b><br />
<b><br /></b>
<b>¿Usted es gallego, verdad? Este hombre es directo y no le importa dejarlo claro desde el principio. La pregunta disipa la tensión de inmediato, invitando a la charla cuya necesidad acabamos de negar. Asiento, sorprendido, mientras él se sienta en una silla de cuerda con un saco en una mano y una navaja en la otra. Pues aunque le parezca extraño, yo también. ¿No me diga? Esta vez se ha entendido lo que ha salido por mi boca casi automaticamente, al percibir la aparente contradicción entre la declaración y el acento claramente andaluz que detecto. La reacción es un simple movimiento de cabeza y un suspiro que acompaña el movimiento del cuerpo que toma asiento con parsimonia.</b><br />
<br />
<b>¿Conoce un lugar que se llama Soldón? Cientos de veces he pasado por allí, señor, en el tren que me llevaba a la capital. Esto lo pienso pero no dejo que salga de boca para afuera, quizás intimidado por el hecho de haber sido pillado en falta, así que me limito a asentir bajando la cabeza. La navaja muerde la piel de la patata que acaba de surgir del saco de esparto, mientras el hombre, más bien grande, más bien grueso, mueve la cabeza arriba y abajo sin decir nada. Sí, señor, Soldón Sequeiros, allí he nacido, confirma.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Es una historia como otras, todos tenemos una. Un padre ferroviario, una madre muerta prematuramente, tres hermanos y una hermana mucho más joven. Y el trabajo. La historia de alguna gente es esa: puro trabajo. Jornalero y cazador, porque las viñas se le daban mal y allí no había mucho más que hacer. No intervengo mucho en la conversación, él no parece necesitarlo y yo prefiero, como siempre, escuchar.</b><br />
<b><br /></b>
<b>¿Sabe usted lo que es la taxidermia? Asiento, envuelto de nuevo en la sorpresa. El aspecto de esta persona no hace pensar en una terminología ni medianamente sofisticada. Me reprendo por esta lamentable reflexión mientras él desliza la navaja sobre una oronda patata con verdadera maestría. Mi padre también era taxidermista, además de ferroviario como le he dicho. Habla a ráfagas y después descansa, como tomando aire. No parece estar en paz, aunque no sé exactamente por qué digo esto.</b><br />
<br />
<b>Me pregunto entonces por qué estoy aquí. No tenías gasolina, me respondo, es así de fácil. Y en estas sierras aisladas del mundo no parece buena idea esperar a encontrar otra estación de servicio tras las mil y una revueltas de una carretera que parece haber sido trazada siguiendo el curso de un relámpago cegador.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Las frases van hilvanándose unas a otras, con largas pausas por su parte y largos silencios por la mía. Hasta que la curiosidad puede conmigo. ¿Y cómo ha venido a parar aquí? La pregunta detiene un instante el ir y venir de la navaja y también el curso de la conversación. La piel de la patata aterriza mansamente en el suelo cuando su respuesta corona la atmósfera otoñal de la tarde. Por amor, señor, por amor. Observo las botas ásperas, teñidas del color ocre de la tierra, las ropas algo descuidades sin llegar a la suciedad, la piel endurecida por las heladas, el vello cubriendo los brazos y asomando como un torbellino negro por el escote de la camisa abierta de par en par. No es una declaración que se pueda asociar facilmente a esta imagen de jornalero taxidermista.</b><br />
<b><br /></b>
<b>He tocado un punto sensible. Siéntese, ordena, antes de entrar en la casa y salir con dos vasos bajos de cristal y una botella de vino ya mediada. Para cuando llega a vacía, cosa que ocurre sin grandes demoras, estamos en medio del salón de la casa, literalmente atiborrado de fotografías. Ni el más mínimo rastro de la afición taxidermista de este hombre que habla y calla como siguiendo un ritmo marcado por el reloj de la pared.</b><br />
<b><br /></b>
<b>De vez en cuando lo escucho murmurar, ensimismado. Era tan bonita... Pero no me atrevo a encararlo directamente porque le adivino la mirada húmeda y lastimosa. Las fotografías, amarillentas y no siempre protegidas por el cristal habitual, muestran a la familia en los años 50, en el andén de la estación, dispuesta por orden de estatura y vestida con colores neutros que resaltan las camisas blancas. Aquí y allá algunas fotos de la pareja, en primer plano, con expresión seria él, más animada y sonriente ella. Era bonita. Una de esas morenas que no necesitan de grandes aspavientos para atraer las miradas de los hombres. Ojos negros soñadores, boca carnosa, cabellera negra y ondulada, nariz rectilínea, casi griega. Una belleza sencilla pero muy convincente.</b><br />
<b><br /></b>
<b>No me atrevo a preguntar qué ocurrió, pero estoy seguro de que voy a saberlo. Como adivinando mis pensamientos y mientras contempla ensimismado las fotos de la mujer, murmura, casi para sí mismo... La vida no es justa, señor. Las maderas del piso crujen lastimeras bajo el peso de su humanidad, como llorando, mientras el peso del cuerpo va cambiando de una pierna a la otra, siguiendo la ruta que marca la mirada, literalmente prisionera de las imágenes desvaídas que pueblan las paredes. No es justa, no señor... Consuélese pensando que todos nos iremos, aquí no queda nadie, declaro con convencimiento. Él se vuelve y, parado sobre el suelo, mirándome fijamente con el vaso de vino atenazado en la mano derecha, como quien devuelve una compra en mal estado, me espeta: se murió, señor, pero no se ha ido.</b><br />
<b><br /></b>
<b>El vaso de vino aterriza casi con violencia sobre un viejo aparador de castaño, mientras dirige sus pasos hacia la parte de atrás de la casa. Venga, ordena otra vez, y algo me dice que no se puede desobedecer. Atravesamos un cuarto apenas iluminado y después una despensa donde reina la fragancia rotunda de un jamón en proceso de curación, cruzando puertas situadas en medio de las paredes encaladas, tal como se hacía en las viejas casas de las aldeas, donde la intimidad parecía estar reducida a las puras noches. Finalmente llegamos a otra estancia diminuta con una ventana orientada al sur y abierta de par en par. Enseguida percibo la extraña ausencia de cualquier tipo de mobiliario.</b><br />
<br />
<b>Cuando por fin distingo lo que el corpachón del hombre ha estado ocultando, no puedo por menos de dar un respingo. Él, concentrado en algo perentorio, no se inmuta y continúa avanzando hacia la tumbona donde reposa un bulto que recuerda a un ser humano. De no ser porque los mechones de pelo caen sobre las ropas negras, descubriendo una piel escuálida y blancuzca que ha comenzado a insinuar el nacimiento de los dientes, en una mueca que sería aterradora para cualquiera. Para este hombre, no. No alcanzo a ver de dónde ha salido el escueto taburete donde asienta ahora sus posaderas, absorto en la contemplación de los restos de lo que un día debió ser una mujer hermosa. Cuando su mano avanza para cubrir los dedos femeninos, de un blanco mezquino y petrificado, murmuro una excusa cualquiera y desando el camino sin mirar hacia atrás. Al llegar a la puerta, vuelvo la cabeza. Nadie me sigue.</b><br />
<b><br /></b>
<b>De repente, las casitas blancas, dispuestas en formación a lo largo de la pronunciada pendiente, han dejado de tener su encanto y hasta percibo alrededor de los olivos un efluvio que se niega a abandonarme. El rumor del motor de mi viejo Fiat me devuelve un poco a la realidad de un día luminoso que el sol aprovecha para recorrer los campos áridos bajo la mole impresionante de los montes vecinos. De repente se me ocurre que estos paisajes de la Alpujarra granadina tienen algo de irreal.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Al pasar delante del cuartel de la Guarcia Civil, algo me hace pisar el freno de improviso. El coche se detiene abruptamente y se cala antes de que consiga pisar el pedal del embrague. Algunas ideas confusas rondan mi cabeza, pero es mucho más intensa una sensación de alarma que parece haberse instalado para siempre. Contemplo por el retrovisor la bandera sobre la austera arquitectura de la casa-cuartel. Alguien asoma por la puerta fijando su atención en el coche anclado firmemente en medio de la carretera. Así que me decido, arranco de nuevo, coloco absurdamente el intermitente e inicio la marcha como si acabara de robar la imagen del patrón del pueblo.</b><br />
<br />
<b>Y cuando por fin veo, ya a lo lejos, las casitas encaramadas en la montaña, me justifico mentalmente: ¡Y quién coño soy yo para entender sobre la vida y la muerte!</b><br />
<br />
<br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-62700345575722296642016-09-21T10:36:00.000-07:002016-09-21T10:36:42.035-07:00Monsieur Sylvain tras el espejo<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-FGSsIhRslOs/V-LDXwfnrpI/AAAAAAAACMo/Pt0drAicWWo2royLPCNLpmaOp2LmBEIPgCLcB/s1600/CapturaZuiko.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="308" src="https://4.bp.blogspot.com/-FGSsIhRslOs/V-LDXwfnrpI/AAAAAAAACMo/Pt0drAicWWo2royLPCNLpmaOp2LmBEIPgCLcB/s320/CapturaZuiko.jpg" width="420" /></a></div>
<b><i>Una vez compré un viejo objetivo Zuiko en cierta plataforma de venta de segunda mano. A un señor francés que se llamaba, y espero que siga llamándose, Maurice Sylvain. Andaba yo procurando el milagro de conseguir un objetivo macro sin gastarme la pasta. Uno que es un poco rata. Mi fijé en la reputación del señor Sylvain. Noventa y nueve coma noventa y nueve por ciento. Impequeibol. Después en el estado del producto. "État moyen", o sea, estado "medio". Mi cabeza echó a andar en aquel momento siguiendo un laberinto que paso a resumir, porque más adelante, recordándolo, no pude menos de reírme de mis propias miserias. Comprobaréis, a lo largo de las líneas que siguen, que mi estado de cordura debía ser en aquel momento, sólo relativo.</i><br /><br />Qué pasaría por la cabeza del señor Sylvain cuando escribió aquello de “état moyen”... Qué pocas veces nos paramos a pensar que lo que decimos, lo que escribimos, ha tenido una razón de ser y tiene también un fin. Un destinatario. Alguien que va a interpretar el código a su propia manera y quizás influido por una noche mal dormida. O por los resultados de un partido de fútbol. Quizás se ha despertado y por primera vez en mucho tiempo se ha encontrado en el puro y duro suelo. Por eso tenía frío, se dirá... Por eso me duele la cadera, se dirá... <br /><br />"État moyen". Es fácil saber cuál es el sentido de esas dos palabras. Pero lo que significan realmente nos está vedado. Quizás Maurice Sylvain estaba en estado “moyen” cuando escribió la inocente frase. Si vive en un piso viejo, habitado aún por sus padres, es fácil que Maurice barrunte tempestades desde hace tiempo, como hacen los parados cuando el estado decreta que no hay más pasta. De esas tempestades que se quedan con uno aún en los sueños. Si es así, Maurice seguramente ha exagerado. Precisamente porque está acostumbrado a cosas no tan “moyen”.<br /><br />Como la vida nos educa a cada segundo en la desconfianza, quien escribe, gallego para más señas, una vez leídas estas dos palabras ha hecho un diagnóstico casi inmediato. Menudo pájaro el franchute este. A saber lo que entenderá por “état moyen”. Y se le ha venido a la cabeza, como una iluminación celestial, la misma frase en las columnas de venta de coches de segunda mano. “Estado medio”. O sea, para la chatarra. Apañados vamos...<br /><br />Por suerte tenemos algo que nos sobra. Probablemente de las pocas cosas que no se agotan hasta que ya uno va cansado de disfrutarlas. Tenemos tiempo. En este caso, minutos. No han pasado más que minutos cuando una posibilidad se abre camino. Quizás Maurice sólo ha querido decir lo que ha dicho. Y estado medio signifique estado medio. ¿Medio con respecto a qué? ¿En opinión de quién? ¿A qué efectos exactamente? Y gracias a esos minutos, quien ha leído esas dos simples palabras, hará ahora al señor Sylvain una simple pregunta.<br /><br />"¿Qué ha querido Vd. decir con “estado medio?" La versión en francés parece correcta, aunque hay alguna duda respecto de si aquellos guiones del dichoso “est-ce-que” siguen siendo normativos. El ordenador confirma que el mensaje se ha enviado a Maurice. Y es ahora cuando se sabe que la frase que va a leer resulta excesivamente lacónica. No hay un saludo, ni una palabra amable. Quizás hemos condenado al “franchute” con excesivas prisas, mucho antes de pensar siquiera en hacerle una simple pregunta. Y nos hemos dado cuenta, sí. Pero después de que el correo haya iniciado su virtual camino hacia un lugar llamado Chassieu, en Francia.<br /><br />Su respuesta llega pronto y es también corta. Sencilla y sin fórmulas de cortesía. Será joven Maurice y quizás piensa que hay cosas mejores que hacer que parecer más o menos amable y educado. O todo lo contrario y es de la opinión de que las frases amables están de más en un asunto comercial. Puede que piense que están de más en casi todo. Quizás Maurice está harto de disimular la mierda de vida que le ha tocado, responde a lo que se le pregunta y cuando cree que ha completado la respuesta, coloca un punto final. Y punto. Final.<br /><br />Le hemos enviado al señor Sylvain la cantidad de dinero que nos pide por el artefacto en “état moyen”. Ha llegado un poco tarde, lo cual invita a pensar que no hace mucho caso de las prisas. Cabe la posibilidad de que este Maurice haya tenido que atender a Monsieur Sylvain, a la sazón impedido en una silla de ruedas, por ejemplo, aunque ágil de memoria y locuaz en cuanto a sus recuerdos. Maurice ha escuchado ya esa cantinela demasiadas veces. Tendremos pues que disculparlo si ha sido así. En todo caso el artefacto ha llegado cuando ha llegado y de poco sirve buscarle explicaciones.<br /><br />La primera inspección no ayuda a mejorar la imagen que, por razones injustificadas e injustificables, nos hemos hecho de su persona. Las piezas giran bien, sin ofrecer resistencia, pero no están excesivamente limpias. No brillan como esperábamos. Por más que no sepamos por qué esperábamos semejante cosa. Ocurre algo peor. El visor delata una fibra negra firmemente adherida a algún sitio. Y otras dos estrellas del mismo color a uno y otro lado, rotundas y dispuestas a hacer guardia el tiempo que haga falta.<br /><br />Para confirmar una vez más el atractivo irresistible de la condena, emitimos veredicto al segundo siguiente. La has cagado. Vocación por el cilicio, podríamos llamar a esto. Vestigios paranormales de la educación católica que prometía hacer de nosotros gente de bien. El primer condenado, uno mismo. Y luego, confirmación irrevocable de la condena al infausto franchute. Ya ni las primeras fotos se hacen con interés. Total...<br /><br />Bueno, lo que es ver, la foto sí llega a verse. Incluso algunos colores resultan atractivos. Aunque se haya movido la cámara cuando no debía, lo cual no es culpa del franchute. Y las aproximaciones dibujan un mundo fantástico. Uno parece capaz de introducirse en una de esas corolas sonrosadas que prometen una puerta al paraíso. A despecho de las dichosas manchas, que, por cierto... no sabemos donde se han metido. Curioso. Incluso si se aumenta la imagen lo inimaginable, se siguen mostrando esquivas. No están. Lo cual es una suerte. O un milagro. Porque en el visor sí que siguen estando. Serán fantasmas franchutes de visor. Por ejemplo.<br /><br />Quizás Maurice se esté riendo del desconfiado carpetovetónico que le ha comprado ese viejo objetivo. Y habrá pensado, “anda la cara que va a poner cuando mire por el visor!”. Y es probable que se lo haya contado a Monsieur Sylvain, que habrá reído de buena gana y recordado tiempos en los que reía más, cuando su Charlotte le hacía cosquillas en el sofa y luego le ponía un dedo sobre los labios para frenar sus entusiasmos porque Maurice estaba a punto de dormirse. Quien sabe si Maurice sabe hacer milagros a distancia, que es la única manera de hacer milagros sin que venga algún espabilao a montar un chiringuito mariano.<br /><br />Lo mejor será reír como ellos, mis dos posibles o probables amigos de Francia, que no franchutes, y recordar que los milagros están allí donde alguien quiere verlos. Y no es cuestión de fe. Sencillamente, vale la pena hacer una sencilla pregunta, aún cuando las esperanzas de una respuesta positiva sean casi nulas. Lo contrario es negar la posibilidad de ver al otro lado del espejo a un tipo tan generoso como cualquiera, con problemas parecidos a los nuestros pero cabal cuando toca, buen encajador y capaz de reírse de nuestras torpezas con un aquel de magnanimidad que sólo los humildes poseen.</b><br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-52936842276745229442016-09-11T02:45:00.000-07:002016-09-11T02:49:58.117-07:00Mi chica-promesa<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://3.bp.blogspot.com/-K-M7EJz5s1Y/V9UlCmNE85I/AAAAAAAACMY/9AOkgM7vvTI6ZPPNiKYTCwKljh5JUnwcQCLcB/s1600/Chica-promesa.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="370" src="https://3.bp.blogspot.com/-K-M7EJz5s1Y/V9UlCmNE85I/AAAAAAAACMY/9AOkgM7vvTI6ZPPNiKYTCwKljh5JUnwcQCLcB/s320/Chica-promesa.jpg" width="418" /></a></div>
<br />
<b><span class="postbody">Dicen que las personas entran por los ojos.
Aunque ese parece un rasgo más masculino que femenino. Los hombres somos
"de imagen", y las mujeres "de concepto". Más espirituales, vaya,
concedamos que sí.
<br />
<br />
Me gustó su foto, su forma de mirar, su expresión franca, su sonrisa
distendida, sus piernas fuertes, su cintura menuda... Me entretuve en su
perfil más de lo que acostumbro, porque suelen verse cosas francamente
cómicas. Su presentación me pareció algo cómica también, pero después de
examinar sus fotos una vez más, decidí ignorarlo. "Busco un hombre
serio, que sepa lo que quiere, que haya dejado atrás su mochila, aseado,
elegante, asentado económicamente, fiel, detallista sobretodo, que me
haga sentir como una reina y que sólo tenga ojos para mi. ¡Detesto la
mentira!"
<br />
<br />
La última frase figuraba en cada rinconcito del perfil, aprovechando
cualquier oportunidad, como una de esas señales de tráfico
omnipresentes. Cuando cerré la página, llevaba el mensaje tatuado en la
mente como una maldición... Detesta la mentira... así que ándate con
ojo, porque a la que respires va a notar el perfume del elixir barato. Y
yo cobrando el paro... hay que joderse...
<br />
<br />
Conseguí una entrevista virtual en el chat de la página. "Pero no te
retrases", me dijo. Y a las 19 h. en punto estaba yo como un clavo ante
el ordenador. Apareció a las 19:14, quejándose del tráfico. "A alguna
gente no deberían darle el carnet". Siguió una retahíla de
recomendaciones, consejos y prohibiciones que no consiguió hacerme
olvidar su cintura de avispa. Los tíos somos así.
<br />
<br />
Justo antes de concertar una cita me lo advirtió. "Has visto las veces
que he puesto en mi perfil que detesto la mentira?". Contesté que sí,
casi impresionado. Era imposible no percatarse, pero no dije nada porque
recordé las moldeadas piernas de aquella diabólica foto.
<br />
<br />
Llegué tarde, o, por mejor decirlo, ella estaba allí cuando yo llegué.
"Llegas tarde, nene". No me gusta que me llamen "nene", pero se me
olvidó decirlo al contemplar su escote de sima. "Has tardado tanto que
me han entrado ganas de cagar". No sé cómo algunas personas pueden
lanzar las sillas hacia atras de esa manera estando sentadas. Tras el
traqueteo de la silla metálica aparecieron sus piernas delgaduchas
subidas a unas plataformas de unos 30 cm.
<br />
<br />
Recordé la foto de sus imperiales muslos, inevitablemente. Sólo que
ahora, con una pierna al lado de la otra, tal como suelen estar a la
hora de deambular, el volumen parecía haber desaparecido como por
ensalmo. Caminó hacia el lavabo... pues eso... deambulando. ¿Sabéis esas
personas que caminan proyectando las manos hacia atrás? Uno acaba
temiendo por sus atributos masculinos y una de dos, o enfrentas los
peligros del pavimento, o la amenaza del puño anti-escroto. Así caminaba
mi chica-promesa.
<br />
<br />
Volvió transcurridos sus buenos 20 minutos, dando pasitos cortos e
inseguros. Le costó descender desde los 30 cm hasta la silla, pero lo
consiguió. Yo aproveché para echar una visual sobre el muslamen
desaparecido. Confirmé el diagnóstico, no estaban. Me sobresaltó su voz
destemplada: "!Tú!". Vi al camarero acercarse tímidamente mientras ella
lo miraba como un juez de la Inquisición. El hombre, maduro ya y algo
enclenque, soportó en un minuto lo que un boxeador aguanta tras un
combate completo. "¡Qué cojones te crees, ¿que vengo a hacerme socia de
este chiringuito de mierda?!", tronó en la cara del pobre hombre, para
dar por finalizado el asalto.
<br />
<br />
Debo tener un ángel de la guarda, porque entonces sóno el timbre de mi
anticuado móvil. Médicos sin fronteras, qué maravilla... Es fácil
dejarlos hablar sin decir una palabra en mucho, pero mucho tiempo. Al
cabo de unos minutos ella me miró, francamente mosqueada. "Qué! Vas a
hacerme caso o has venido a pedir cita en la Itv?"
<br />
<br />
"Es mi padre", contesté. "Y qué cojones le pasa?". Dudé un instante y
decidí no andarme por las ramas. "Se muere!" "No me jodas!", espetó. "Y
de qué?". Esta es la mía, pensé... y lo solté sin demorar ni un segundo.
"De lepra".
<br />
<br />
La miss compuso un gesto de asco insuperable y salió de nuevo
trastabillando hacia el baño. No esperé a que regresara. De vuelta en el
coche, mientras el paisaje desfilaba mansamente tras el parabrisas,
bajé la ventanilla, contemplé los robles a ambos lados de la carretera y
me dije: "¡Qué hermosa es la soledad, muchacho!".</span></b><br />
<br />
<i><span class="postbody">Imagen sustraída del despacho de Rajoy.</span></i><b><span class="postbody"> </span></b><i><span class="postbody">Previo pago al cajero-en-be, claro... buenos son ellos... </span></i><b><span class="postbody"><br /></span></b>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-89952415434814022122016-03-31T12:19:00.002-07:002016-03-31T12:19:19.954-07:00<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://4.bp.blogspot.com/-jayPAT8Nl7I/Vv13uZQqx_I/AAAAAAAACLo/a_gkawjKoAcFyX4cTtzGERD3qZweYGByw/s1600/Ruina.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="420" src="https://4.bp.blogspot.com/-jayPAT8Nl7I/Vv13uZQqx_I/AAAAAAAACLo/a_gkawjKoAcFyX4cTtzGERD3qZweYGByw/s320/Ruina.jpg" width="384" /></a></div>
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<b><span style="font-size: small;">No sé si puede decirse que los espacios tienen un destino. Tampoco si todas las cosas deban tener una utilidad. Quizás con sólo "ser" debería ser suficiente, quién sabe... Tal vez nos cuesta trabajo entender si las cosas que están, "son", por el mero hecho de estar, o "son" unicamente cuando tienen un fin, o sirven para algo. Sirven, para nosotros, claro, siempre está ahí ese antropocentrismo inevitable, el mundo "creado" para los humanos.<br /><br />Lo asombroso es el estado nuevo, no querido, de esos espacios que han sido concebidos para ser llenados (de personas) y al final están vacíos. Es ese un estado sobrecogedor, de alguna manera. Es como poner un marco a la ausencia. Más grandioso cuanto más desprovisto de vida.<br /><br />No se puede decir que haya silencio aquí. De hecho, parece que lo más común en estos ambientes es la presencia del agua. Una especie de eco de carrillón oculto que, en lugar de pregonar las horas, anuncia los segundos. Cada uno de ellos. Rumores a destiempo, de tamaños variables y un algo de ultratumba. Goteras, les llamamos, pero son más que eso. El hecho de ponerle nombres a las cosas puede servir para diferenciarlas. Pero a entender no ayuda.<br /><br />El aire suena aquí también, como si de las paredes hubieran brotado hojas tiernas. El aire se pasea placidamente por las estancias. Casi se puede decir que curiosea, se deja oir en algún murmullo, cerca de las ventanas, se va, y después vuelve. No sé si ese aire u otro, pero sí... Vuelve.<br /><br />Aún así, lo más impresionante es la huella de las almas que estaban y no están. Como si hubieran dejado una huella cuya naturaleza nadie sabe identificar bien. La turbadora e incluso inquietante no-presencia. Un cierto aroma que debe recrear la imaginación, porque no queda rastro del olor de las especias en las burbujeantes potas de la cocina. Esa huella se transformó en algo, nadie sabe exactamente en qué.<br /><br />En el silencio de los cuartos vacíos se sueñan voces del pasado. Sólo pueden soñarse, pero están, eso es lo inexplicable, como si hubieran dejado algo adherido a las puertas, a las baldosas... Donde queda una cama arrasada por la carcoma hay un rumor de sexo tal vez clandestino, rastros de la voluta azul de un cigarrillo que él se echó a la boca después de aquello. Huellas de la respiración en las paredes, vaho de bocas desecado por el calor en los cristales. Surcos de aquellos dedos que componían un corazón después de que la boca exhalara un aliento de amor el tiempo suficiente para que el corazón viviera un par de segundos.<br /><br />Si se escucha con cierto desprendimiento de uno mismo, como olvidando el cuerpo, se oyen conversaciones intrascendentes, algún grito infantil, el roce del tejido de una falda contra una mesa de billar, el siseo inquietante de una confidencia... Fijándose muy bien hasta se podrían trazar en el aire los rastros de las miradas que se cruzan y se encuentran, o se huyen, o se esconden... Hasta se pueden adivinar las razones de las bocas que no responden a una pregunta hecha en voz muy baja. <br /><br />Los insectos merodean por los vértices de las puertas y las paredes, todo un ejército disciplinado ordenando la vida bajo las hojas acumuladas en el suelo, amontonadas en ciertos lugares, como por capricho de este espacio anegado de nada.<br /><br />Uno mira hacia arriba y se pregunta por qué no se ha caído todo, un segundo después de que la última vida abandonara la sacralidad de ese templo sin dioses. ¿Por qué las cosas no se mueren?<br /><br />Alguien hablaría de un cierto aire fantasmal, especialmente cuando las nubes caen sobre el tejado abierto y de las puertas brotan haces de luz extraña. Las puertas gimen. Uno intenta fijar el origen de cada pequeño chasquido y al instante se da cuenta de que está rodeado de millones de entes, tal vez insignificantes, pero presentes por todas partes. Casi se siente miedo, porque el miedo no es más que el desconocimiento. <br /><br />Pero no. Apenas se traspasa de nuevo el umbral de la puerta, esta vez para salir, uno se siente reconfortado. Estúpidamente reconfortado. Porque hay que decirlo, ahí adentro la única amenaza proviene de algún resto que pueda desprederse de las paredes. Hay mucho más peligro en el exterior. Y es que los fantasmas de verdad estamos afuera.</span></b><br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-14646589741773233942015-10-26T04:56:00.002-07:002015-10-26T04:58:32.832-07:00Pseudo-ensayo y disquisición<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-1smiz3uV5Q0/Vi4Usnd1UBI/AAAAAAAACKc/duSy7GLs1ak/s1600/PseudoEnsayo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="340" src="http://2.bp.blogspot.com/-1smiz3uV5Q0/Vi4Usnd1UBI/AAAAAAAACKc/duSy7GLs1ak/s320/PseudoEnsayo.jpg" width="420" /></a></div>
<b>Sin ninguna animosidad, pero muy claramente, te lo digo. Escribo para mí, no para ti. No te lo tomes a mal, tampoco sé muy bien por qué lo hago. Probablemente porque quiero demostrar que este mundo podría ser algo menos absurdo, más dulce con los pequeños, más fuerte con los poderosos. Porque me gusta pensar que la dulzura es el arma de los que piensan con el corazón. Créeme, la cabeza está ahí para ponerte por delante de los demás y, sólo a veces, por encima de los demás. O por debajo, que es lo mismo, perdona esta inútil muestra de cinismo.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Todo cambia. Siempre. Siempre y nunca son dos palabras terribles, de un alcance tan pavoroso que de hecho no llegamos a entenderlas. Pero a veces, efectivamente, ocurren. Siempre vas a cambiar, no te engañes. Y pobre de ti si no lo haces, porque entonces será infinitamente peor. Serás reo de ti mismo, tu ser como tu propia cárcel. Huye de eso mientras puedas, amigo ... </b><br />
<b><br /></b>
<b>Alguien debería colocar esa frase encima de la pizarra del colegio, en medio del altar, en la oficina, en los pasillos de los burdeles, en el refectorio de la cárcel, en los cajeros de los bancos, en el cuarto de baño, ese lugar que nadie podrá evitar jamás. Será por algo. En el ataud no será necesaria, salvo para los vivos. Ponedla pues a la entrada de los tanatorios. Es la única verdad inmutable. Todo cambia. Siempre.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Pero a lo que iba... No intento impresionarte, sólo aliviar esta distancia que produce el hecho de que tú y yo seamos dos extraños. Diferentes, distintos, separados, lejanos por muy cerca que podamos estar. Dos y no uno, aquí sólo sirve la resignación. Sólo invitándote a entrar en lo más íntimo de mí puedo aliviar esa angustia, y he de hacerlo mediante estos signos que te autorizan (es más, ¡te obligan!) a penetrar en el rincón donde habitan...iba a decir mis pensamientos, pero no... Ahí está la cosa, es mucho más. Piénsalo bien, no es tan "normal". Ahora estás dentro de mí, y ya quisieras que fuera sólo sexo. No, amigo, no... no es eso.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Voy a lo importante. Ya que te dejo entrar (o te obligo, de acuerdo...) ten la delicadeza de tomarte el trabajo de saber bien donde estás. Escarba con la vista en los rincones, tómate tiempo. Ya que estás dispensado de la más mínima responsabilidad sobre estas cuatro paredes, qué mejor que escudriñar incluso en los rincones más remotos... Quizás encuentres un tesoro en cada una de las pequeñas cosas. Fíjate bien, tócalo todo, aproxima incluso ese apéndice que te ha crecido sobre la boca, que para algo ha de servir...¡Huele, joder! ¡Huele!</b><br />
<b><br /></b>
<b>¿Te has fijado alguna vez en lo bien que huele una buena biblioteca? Esa mezcla del polvo inevitable con los líquidos de limpieza es más potente que las drogas, amigo... Pero lo mejor nace dentro, en las líneas donde forman (¡demasiada disciplina!) las letras. Ahí existe algo más que perfume. Es la historia de los hombres, fíjate bien. Últimamente, también la de las mujeres. Ahhhh!... ese es otro olor, ¿te has dado cuenta?</b><br />
<b><br /></b>
<b>No. Ya sé que no. Por eso me tomo la molestia de decírtelo. No apures la lectura. Lee como las abuelas toman la manzanilla. Por la boca y por la nariz. Lee por la punta de los dedos, como los ciegos. Lee con la lengua y con los genitales, pero sin prisa, porque en cuanto apures el paso dejarás de observar los objetos pequeños, los conceptos pequeños, las dulzuras microscópicas de lo aparentemente insignificante.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Y, ya para acabar, no creas que te lo cuento todo. Si te he dejado entrar en este santuario, no va a ser todo fácil. Practica con humildad y verdadero cariño esta comunión conmigo. Construye aquello que no he explicitado, porque lo he hecho así en la convicción de que ni el mismo Pessoa es tan especial. Cuando lees construyes, es más... lo que lees ya deja de ser mío y es tuyo. Es hermoso. Cada interpretación, una obra nueva, un libro que no se acabará jamás. Y al que nunca han de dar uno de esos premios que alguien (que casi nunca escribe) aprovechará para llenarse el bolsillo y el ego... ¿Se puede pedir más?</b><br />
<b><br /></b>
<b>Allá tú si decides no aprovechar la oportunidad. Yo te he advertido.</b><br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-29336545885121721472015-10-06T05:29:00.000-07:002015-10-06T05:29:09.701-07:00Mercurio<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-n-LF9-W7aCE/VhO93b_MC1I/AAAAAAAACJs/r9OQLWP7L5Q/s1600/P1070066.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="420" src="http://2.bp.blogspot.com/-n-LF9-W7aCE/VhO93b_MC1I/AAAAAAAACJs/r9OQLWP7L5Q/s320/P1070066.JPG" width="340" /></a></div>
Llueve ligerito, gotitas menudas y sabias que caen sin hacer ruido, como jugando. El verano tiene ahora un algo de provisional, un eco de timidez en las miradas, esa cierta languidez de las cosas que saben que no vivirán mucho. Es extraño el hecho de que rara vez somos conscientes de habitar un planeta. Esa debe ser la razón de estas nostalgias de la lluvia, del lamento del viento o el bramido incansable del mar. Cómo no iba a estar furioso...<br />
<br />
Te eché de menos hoy en mis sueños. Tú eras mi lluvia y mis céfiros y mis albas ansiosas, animales... La que iluminaba el lado oscuro de mi vida oscura y me ofrecía un auto-retrato lleno de colorido cuando el reloj ya va hacia el mediodía y no me acuerdo más de aquello que fue.<br />
<br />
Así llovió esta noche, silente y cálido... O será que así lo soñé mientras hurgaba tus rincones en mis sueños turbios, faltos del puro azul que era (¡¡¡y es!!!) tu mirada. Esa debe ser mi penitencia...<br />
<br />
A punto de amanecer, no queda ni rastro de esa catarata de minúsculas partículas inocentes, transparentes, livianas, limpias... Y ahora recuerdo que era así como llorabas. Ni un ruidito triste... Sólo un rocío continuo en los ojitos mustios... Ese fue mi pecado.<br />
<br />
El sol se precipita y Mercurio se confunde con la luz, que ya vence. Pero cómo brilló mientras llovía... <br />
<br />
<br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-57296656315170616322015-09-05T02:29:00.000-07:002015-09-05T02:38:11.212-07:00Nazaré<b>No todo ha de salir bien siempre. Eso es la perfección y la perfección es un asquito. Sí o sí? Es mejor encontrarse de vez en cuando con el lado malo de las cosas, que todas lo tienen. </b><br />
<b><br /></b>
<b>- Esto parece una cárcel (noséqué)ana, ¿no? - dijo ella. Y yo pensé... coñe, ¿de qué las conocerá? Pero como no era momento para polémica, me limité a escudriñar por las esquinas. No había cucarachas noséquéanas, ni colillas noséquéanas ni mierda noséquéana en general. Hay que reconocer que la estructura del edificio daba para pensar en esas películas de fugas de presos.</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-7_-K_oz8rgY/Vem7jZFN-bI/AAAAAAAACEo/YeQ962H3uMI/s1600/P1060826.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="236" src="http://4.bp.blogspot.com/-7_-K_oz8rgY/Vem7jZFN-bI/AAAAAAAACEo/YeQ962H3uMI/s320/P1060826.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Algo tétrico el edificio... </td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<b>El muchacho que nos alquiló la celda, quiero decir la vivienda, nos advirtió que los plomos podían saltar. Y saltaron nada más encendimos dos fuegos de la vitro. Bueno, pos las patatas primero y la cebolla después. ¿A que somos listucos? Esa noche descubrimos que los perros se comunican ladrando y no tienen un horario particularmente cívico. Ladran cuando les sale de allí. Punto.Y por si todo eso no fuera poco, no hay wifi. La hemos cagao. Paciencia.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Al día siguiente bajamos al pueblo desatendiendo el consejo del muchacho antes mencionado: "Yo no bajaría en coche porque no hay donde aparcar". ¿Sabéis el chiste del gato que se fue de putas? Bueno, pues lo mismo. Después de muchos polvos, quiero decir de muchas vueltas, decidimos largarnos. ¿A dónde? Fácil de adivinar: a un sitio donde tampoco se podía aparcar, jejeje... Creo que acabamos en una playa preciosa donde no había un puto chiringuito, la arena tenía el tamaño justo para machacarte los pies y olvídate de una sombra. Ese día volvió a nuestra memoria la utilidad del bocadillo. Genial invento. De vuelta descubrimos que no todos los pajaritos duermen en un nido. Este, como veis, lo hace encima de una caja de fusibles (digo yo que será eso...) y tan fresco. Un placer ver correr cada noche a mis acompañantes, como si ahí arriba habitase el mismo conde Drácula, jijiji.</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-Ifz4fiCQ4Rk/Vem8fwbdVOI/AAAAAAAACEw/7Em761X7tG4/s1600/Dr%25C3%25A1cula.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="231" src="http://4.bp.blogspot.com/-Ifz4fiCQ4Rk/Vem8fwbdVOI/AAAAAAAACEw/7Em761X7tG4/s320/Dr%25C3%25A1cula.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El pajarito que dormía fuera del nido.</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<b>Suerte que Portugal es un país lleno de historia y arquitectura y que existen los coches. Lógico, no íbamos a ir en patinete...Batalha, qué maravilla de monasterio. Leitão noséqué... qué maravilla de camarera. Aquí está la clave del asunto, señoras, señores. La vida es otra cosa si la risa anda alrededor. Eso es lo que nos salva siempre.Le pedí a la moza "uma imperial e uma taça de vinho verde". Me comí el "e mais", así que ella entendió "uma imperial em uma taça de vinho verde". Ya comprenden ustedes que servir una caña en una copa de vino se hace difícil. Ahí renacieron las risas que nos salvan.</b><br />
<b><br /></b>
<b>M es eso que llamamos "una aventurera". Así que si ve un castillo en medio del Tejo, no queda otra que ver el jodío castillo. Y de buena gana, porque a los que no somos aventureros, también nos gustan a veces las aventuras, jeje... </b><br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-YdQoXRo0DqI/Vem85STicRI/AAAAAAAACE4/Cev5_EBrGW0/s1600/P1060846.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="234" src="http://4.bp.blogspot.com/-YdQoXRo0DqI/Vem85STicRI/AAAAAAAACE4/Cev5_EBrGW0/s320/P1060846.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Castelo de Almourol</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b> Antes pasamos por un lugar bien particular donde sirven comidas exóticas. Ella mantiene que el dueño del local no es de este mundo. De hecho cree que quería abducirla, y es cierto que no le quitaba ojo. Mi teoría es que el hecho de interrumpir su explicación gastronómica con un "¡Traiga pan!", no debió de gustarle un pelo al buen hombre, y menos en tan trascendental momento. Digo buen hombre porque me trató muy bien desde que, desdiciéndome, reclamé un poco de picante del que él mismo elabora. Con qué hermosa sonrisa recibió el "Mudei de opinião...". Ahí aprendí que el picante se administra como la pintura. Se extiende con generosidad y después se toman cantidades minúsculas. A menos que quieras arder, majo, tú verás... Para no perderse la decoración, como veis.</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-_0H_ayNt7l0/Vem9J0s4ufI/AAAAAAAACFA/sM9VH73IDGg/s1600/IMG-20150902-WA0002.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-_0H_ayNt7l0/Vem9J0s4ufI/AAAAAAAACFA/sM9VH73IDGg/s320/IMG-20150902-WA0002.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">El local del abductor de cántabras</td></tr>
</tbody></table>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<b>S mantiene que debe ser de Goa, antigua colonia portuguesa en territorio indio. Todo indica que tiene razón y los dos tipos de picante que fabrica el extraterrestre apoyan la teoría.Uno indio, otro africano. Los dos altamente peligrosos. También fabrica unas empanadillas a las que hay que introducir limón por un agujerito que has de practicar con los dientes. La supervisión de la operación por parte de este buen hombre tuvo su interés. Menos para M, que pensaba que seguía intentando entrar en su cerebro...</b><br />
<b><br /></b>
<b>En las fotos parecía señorial el castillo de Almourol. Y el Tejo no es poco río... siempre que lleve agua, que no era el caso. Se puede pasar a pie, pero tienen una barquita para los Indiana Jones de turno. Así que pagamos la jodía barquita. Doscientos metros de razzia a tocateja. El barquero despierta nuestras sospechas cuando habla de recogernos en media hora."¿Media hora sólo?". "Meia hora já da, pode acreditar". Otra salva de risas. Y sí, tenía razón. Son cuatro piedras con un camino de subida y el mismo de bajada en medio de un calor torrencial. Pero eso sí, le ponen el letrerito de "Salida de emergencia", los muy cachondos. También ponen letreritos de "zona peligrosa" que son una auténtica invitación para la peña de más de setenta. Van como locas... </b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-Z_b0vgBgVyw/Vem9f3pg3CI/AAAAAAAACFM/gQOvEmvDYDU/s1600/P1060858.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-Z_b0vgBgVyw/Vem9f3pg3CI/AAAAAAAACFM/gQOvEmvDYDU/s320/P1060858.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">La vieja temeraria</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<b>Nazaré es un lugar que en realidad comprende cuatro localidades distintas. Praia de Nazaré, Sitio da Nazaré, Rio Novo y Pederneira. La playa recuerda mucho a cualquier localidad turística del mediterráneo. Las mismas aglomeraciones y cierto encanto en las callejas que suben hacia el interior, si no fuera porque hay demasiados coches y muy poca atención del municipio.</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-oK64qHWuW-4/VenK5nV1O8I/AAAAAAAACGA/yzlQ7Cho-mk/s1600/P1060897.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://2.bp.blogspot.com/-oK64qHWuW-4/VenK5nV1O8I/AAAAAAAACGA/yzlQ7Cho-mk/s320/P1060897.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Praia da Nazaré</td></tr>
</tbody></table>
<b>El Sitio es otra cosa, más amable y lleno de rinconcitos deliciosos, siempre que te apartes del centro,pero tampoco da para mucho porque es bastante reducido.</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-Yr6RoHvG0M0/VenLV_kEZaI/AAAAAAAACGI/EKLvdclr7DY/s1600/P1060947.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-Yr6RoHvG0M0/VenLV_kEZaI/AAAAAAAACGI/EKLvdclr7DY/s320/P1060947.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">"O Sitiado", en el Sitio.</td></tr>
</tbody></table>
<b>Y si te bajas al faro podrás ver (además del lugar donde nació esa famosa ola de 30 metros) la Praia do Norte, que es una auténtica preciosidad. </b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://2.bp.blogspot.com/-j-4cElzlPnQ/VenLklyM9GI/AAAAAAAACGQ/q_I5jFARvrM/s1600/P1060907.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-j-4cElzlPnQ/VenLklyM9GI/AAAAAAAACGQ/q_I5jFARvrM/s320/P1060907.JPG" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Praia do Norte</td></tr>
</tbody></table>
<b>A la dichosa ola hay que echarle en cara, hay que decirlo, el hecho de
que no quede ni rastro de las barcas con que pescaba esta gente no hace
tanto. Todo parece reducido al turismo.</b><br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-xSkDJ-Fm3kg/VeqzB2md0-I/AAAAAAAACGw/Go3xQjQIYk4/s1600/P1060952.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-xSkDJ-Fm3kg/VeqzB2md0-I/AAAAAAAACGw/Go3xQjQIYk4/s320/P1060952.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Nazaré en plena actividad pesquera</td></tr>
</tbody></table>
<b>(Mensaje para navegantes: a esto conduce el desmantelamiento del tejido
productivo, no es una casualidad. Redúcelo todo al turismo y mañana
pasarás hambre sí o sí. Lo que yo te diga). </b><br />
<b><br /></b>
<b>En resumen, quizás sea buena idea fuera de temporada. En el verano, no lo es. Y sin wifi ni medios cibernéticos a los que todos estamos ya acostumbrados no queda otra que canciones como esta, que me ha parecido una genialidad. ¿O no?</b><br />
<b><br /></b>
<b>http://www.goear.com/listen/b1a710e/el-orinalin-eme-susana </b><br />
<br />
<br />
<b>En los alrededores no debe uno perderse Batalha, que básicamente es su monasterio. Es enorme en cualquier sentido, una de esas joyas arquitectónicas imposibles de valorar adecuadamente.</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://3.bp.blogspot.com/-uNNbfUDRf9U/VenAj9z0J6I/AAAAAAAACFU/_F_3B0s6qLw/s1600/IMG-20150826-WA0010.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="159" src="http://3.bp.blogspot.com/-uNNbfUDRf9U/VenAj9z0J6I/AAAAAAAACFU/_F_3B0s6qLw/s320/IMG-20150826-WA0010.jpg" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mosteiro de Batalha</td></tr>
</tbody></table>
<b>No muy lejos está Alcobaça, con otro monasterio de tamaño colosal. Sólo que Alcobaça no es sólo su monasterio.</b><br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-IWyaH3P6AcI/VenA9rISo9I/AAAAAAAACFc/WX6oSlBqdXI/s1600/P1060869.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://4.bp.blogspot.com/-IWyaH3P6AcI/VenA9rISo9I/AAAAAAAACFc/WX6oSlBqdXI/s320/P1060869.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Mosteiro de Alcobaça</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: left; margin-right: 1em; text-align: left;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-IA4gG3TTPns/VenBuLobDdI/AAAAAAAACF0/-y9HsDSbHV8/s1600/P1060878.JPG" imageanchor="1" style="clear: left; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-IA4gG3TTPns/VenBuLobDdI/AAAAAAAACF0/-y9HsDSbHV8/s320/P1060878.JPG" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Tumba de Ines de Castro.</td></tr>
</tbody></table>
<b>Si Nazaré hacía pensar en cierdo descuido de lo público, aquí se tiene
la impresión contraria. Un lugar de espacios abiertos, limpio, cuidado,
y con rincones de auténtico encanto. Sólo a esta gente se le acurre
llamarle a un espacio verde "Jardim do amor". Y si eres de Galicia y
quieres comprobar que Inés de Castro no era una leyenda, este es el
lugar. Su sepulcro se encuentra enfrentado al de Don Pedro, en medio de
una de las naves.</b><br />
<b><br /></b>
<b>La historia es relativamente bien conocida, por lo que ha tenido de icono universal del romanticismo como imagen arquetípica de los amores imposibles, aunque también ha sido silenciada por otro tipo de razones. No en vano se dice siempre que doña Inés es más conocida en Portugal que en su propia tierra, que parece que fue la zona de A Limia - Monforte, en lo que hoy es la zona sur de Galicia. De mi propia cosecha y bajo mi propia responsabilidad, añado que las derrotas tienen siempre sus </b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<table cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="float: right; margin-left: 1em; text-align: right;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-pU7xI5FFRCM/VenBbY5vhEI/AAAAAAAACFo/SPVdzk3U_k8/s1600/P1060877.JPG" imageanchor="1" style="clear: right; margin-bottom: 1em; margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-pU7xI5FFRCM/VenBbY5vhEI/AAAAAAAACFo/SPVdzk3U_k8/s320/P1060877.JPG" width="240" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Leyenda al pie del túmulo</td></tr>
</tbody></table>
<b> consecuencias, y dejamos aquí el tema porque no viene al caso. </b><br />
<b>Con todo, reconforta saber que las historias de amor tienen
continuidad a través de los siglos, que no todo son las trampas y
mentiras sobre las que al final se edifican los grandes imperios. En
fin... terminando con Alcobaça, sólo le veo un problema.¡Las palomas son
de un descarado que la flipas! No se les puede reprochar. Se han acostumbrado a la comida fácil que representan los restos de la pastelería. Y si algo hay en Portugal, no lo dudes, son pastelerías.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Queda para finalizar una imagen de la vuelta, con comida y descanso en Vila Nova de Gaia, justo al lado del puente de Porto, en un ambiente genuinamente cosmopolita donde se debe tener cuidado a la hora de aparcar, porque es fácil que tengas que subir hasta el nivel del mismo puente antes de encontrar por donde salir. Y entonces te topas con que la máquinita estaba justo abajo de todo. Cosas que pasan.</b><br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<br />
<table align="center" cellpadding="0" cellspacing="0" class="tr-caption-container" style="margin-left: auto; margin-right: auto; text-align: center;"><tbody>
<tr><td style="text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-n2irN02qm6M/VenMYsoHonI/AAAAAAAACGc/-461GG86wxs/s1600/P1060957.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: auto; margin-right: auto;"><img border="0" height="240" src="http://1.bp.blogspot.com/-n2irN02qm6M/VenMYsoHonI/AAAAAAAACGc/-461GG86wxs/s320/P1060957.JPG" width="320" /></a></td></tr>
<tr><td class="tr-caption" style="text-align: center;">Porto, desde Vila Nova de Gaia</td></tr>
</tbody></table>
<br />
<br />
<b>¡Menos mal que nos queda Portugal!</b>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-66571862254725362042015-08-14T01:28:00.000-07:002015-08-14T05:39:46.220-07:00Perplejidad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-mHb6rgruhEM/Vc2lCZ2YfaI/AAAAAAAACCc/yugcedvPE_o/s1600/ApoloyDafne%252C%2BBarnini.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://1.bp.blogspot.com/-mHb6rgruhEM/Vc2lCZ2YfaI/AAAAAAAACCc/yugcedvPE_o/s320/ApoloyDafne%252C%2BBarnini.jpg" width="500" /></a></div>
<br />
<b>La pescadera no le dirigió la palabra. Se dijo que siempre había sido un poco extraña. En la carnicería se encontró con una amabilidad como forzada, y pensó que tenían más tarea de la que podían atender.<br />La rubia de la caja central la saludó como si le resultara simpática, empaquetó todo con una rapidez inusitada y hasta le deseó un feliz día. Le dio las gracias y se notó la voz extraña. Será el frío, pensó.<br />Afuera la esperaba el tipo fortachón que hacía guardia cada día con la mano extendida. Contra su costumbre, metió la suya en el bolsillo, extrajo las monedas pequeñas y se las entregó examinando discretamente su expresión cautelosa.<br />Cuando llegó al portal, al levantar la vista, justo después de extraer las llaves, la bolsa se precipitó al suelo con un ruído sordo y la mano quedó suspendida en el aire como si alguien hubiera detenido el paso de las horas.<br />La puerta se abrió de nuevo, súbitamente, dando paso a Celia, la del quinto, que observó un instante las mercaderías naufragadas en la acera y se alejó enseguida como temerosa, sin saludarla.</b><br />
<b>Y mientras la puerta se cerraba lentamente, centímetro a centímetro, confirmó su aterradora impresión de un instante atrás. El cristal reflejaba la imagen perpleja de una perfecta desconocida.</b><br />
<br />
(Imagen: Dafne, de Apolo y Dafne - Barnini)<b> </b>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-63277383010541879582015-07-28T08:40:00.000-07:002015-07-28T08:43:27.701-07:00La via enérgica<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-jY9Yu5NIIOM/VbehMoj4x0I/AAAAAAAAB8M/H1kQnnVEv7A/s1600/ElGaleta2.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-jY9Yu5NIIOM/VbehMoj4x0I/AAAAAAAAB8M/H1kQnnVEv7A/s320/ElGaleta2.JPG" width="313" /></a></div>
<br />
<b>- Véns molt per aqui tu? </b><br />
<b>- Clar... jo visc aqui</b><br />
<b>- Ahhhhh... ja em semblaba</b><br />
<b>- I tu?</b><br />
<b>- Jo també...</b><br />
<b>- Ahhhh... sí que em sones, sí...</b><br />
<b>- I el veí de baix?</b><br />
<b>- De baix?</b><br />
<b>- Sí, de baix de tu...</b><br />
<b>- Ahhhhh... aquest?</b><br />
<b>- Sí, aquest...</b><br />
<b>- Està canonitzat</b><br />
<b>- Canonitzat?</b><br />
<b>- Exacte!</b><br />
<b>- No'm diguis...</b><br />
<b>- Et dic...</b><br />
<b>- Ahhhhhh ...</b><br />
<b>- I plé de colesterol, saps? De peus a orelles, una cosa mala, tu...</b><br />
<b>- Ahhhhhh ....</b><br />
<b>- T'ha quedat clar o vulls una comunicaciò per via administrativa?</b><br />
<b>- ...</b><br />
<br />
Traductor <br />
http://servicios.elpais.com/traductor/index.html?tl=es&sl=ca<br />
<br />
El "Galeta" es un gato catalán muy celoso de sus cosas, aunque el competidor sea su propio reflejo. Ya quisieran otros... La foto es cortesía de Angels. Gràcies, noia! <br />
<br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-4654017392890242842015-01-02T10:30:00.000-08:002015-01-02T10:30:07.648-08:00De guerras anunciadas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-UUmCXzsMO7o/VKbcIVut6jI/AAAAAAAABmI/JB5U40pKhKA/s1600/Revoltas.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-UUmCXzsMO7o/VKbcIVut6jI/AAAAAAAABmI/JB5U40pKhKA/s1600/Revoltas.JPG" height="300" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<b>Acomodó las nalgas a la tapicería de cuero perfumado. Elevó las gafas con la punta del índice y tomó otro de aquellos caramelitos blancos con la otra mano, tosiendo involuntariamente. Enseguida supo que se repetiría una y otra vez. Así que abrió el bolso y extrajo un cigarrillo mentolado escuchando, también involuntariamente, el reproche acostumbrado. Nada para calmar la tos como aquello que, justamente, la causaba. Pensó que la vida era un disparate descabellado y después se reprochó mentalmente aquella obviedad. Observó la llamita azulada y paladeó el gusto ácido del cigarrillo, antes de que el aire se llenara de volutas, azules también.<br /><br />Maliciosamente, sonrió cuando el humo se desplazó hacia el origen del reproche mientras el auto tomaba una curva a la derecha. Se le abrió la sonrisa y no lo supo. Después, el manotazo previsible provocó corrientes azules de formas suaves y caprichosas. Siguió sus evoluciones unos segundos y después hizo bajar el cristal un par de centímetros. No necesitaba la paz, pero sí el silencio. El silencio, pensó, era lo único de lo que no podría prescindir.<br /><br />Se asió a la puerta cuando el auto tomó una curva rápida y acomodó de nuevo las posaderas. Transitaban bajo un cielo de hojas verdes y ramas entretejidas por una mano experta. Al fondo del túnel vegetal, la llamarada del sol provocaba una cierta sensación de irrealidad. A punto de entrar en la penumbra fresca, un carro tirado por dos vacas casi somnolientas. Delante de ellas, un hombre joven con una vara larga extendida entre los hombros, sirviendo de apoyo a los brazos fibrosos y bronceados. Lo contempló despacio mientras el coche aminoraba rapidamente la velocidad. El apolo, allá afuera, ni se molestó en comprobar si quedaba sitio para la abrillantada carrocería venida de otro mundo. Subitamente, se sintió prisionera de una sensación casi animal, pero hermosa al mismo tiempo.<br /><br />No encontró la palabra ni se preocupó por ello. Sólo siguió mirando el cabello descuidado y negro, las manos largas, el rostro ennegrecido por la sombra de la barba escasa, el vuelo de la camisa abierta sobre el vientre tenso y broncíneo. La frenada la lanzó un poco hacia adelante. Se irguió y mantuvo la mirada cuando se cruzó con el de afuera. Un segundo, dos, tres, cuatro... Cuando decidió quitarse aquellas gafas que casi le cubrían la cara, ya era tarde. Mientras recobraba su posición original, repasó las curvas grasientas de una papada blanca como la nieve, enmarcada entre la camisa blanca y aquellos rizos entrecanos preñados de gomina de su acompañante. Aquello la obligó a volver de nuevo la cabeza para ver como el apolo se alejaba mostrando la espalda geométrica. Observó su paso reposado y el mal estado de los tejanos caídos, apenas sujetos con un cinturón de cuero. Encontró hermosa la obscenidad que casi se abría paso en su imaginación y, sin dudarlo, se situó en medio de la escena.<br /><br />Decidió recrearse en la fantasía mientras su imagen se perdía en la penumbre vegetal, se echó el cigarrillo de nuevo a la boca, suspiró una gran bocanada del gas azul y perfumado y lo exhaló con energía justo cuando giraba en el asiento. El silencio se quebró abruptamente. La paz, también.</b><br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-39614153507799607702013-09-08T04:21:00.001-07:002013-09-08T04:21:29.880-07:00De vuelta a la cuadra.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-ZWVBIqmQOVg/Uixc0ProjDI/AAAAAAAABkM/pe0nbK9xXks/s1600/P1050780.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="300" src="http://3.bp.blogspot.com/-ZWVBIqmQOVg/Uixc0ProjDI/AAAAAAAABkM/pe0nbK9xXks/s320/P1050780.jpg" width="400" /></a></div>
<b><br /></b>
<b>Por si había pocas dudas, hemos (han, digo...) dejado en el exterior una imagen bien real de lo que hay. ¿Como (coño) va a saber hacer unas Olimpiadas una tipa que no sabe peinarse? Por no hablar de la exhibición de inglés... Aún se deben estar descojonando del "not listen the ask", y eso no lo dijo la Botellona, fue el otro, el jefe. Se ve que la doctrina Wert impone su ley: mejor parecer esclavos, así siempre habrá alguno que te quiera esclavizar. Como decía el chiste aquel, se creen muy listos porque se comen los mocos.</b><br />
<b><br />La mejor ocurrencia, la del Mariano, como siempre. Clarividente el notario: somos unos artistas de las finanzas, señores. Lo soltó con esa cara de convencimiento que ponen los locos. Aún deben estar por el suelo... "a rolos", que decimos por aquí. Por aquí decimos que no hay puerco que se queje de que la cuadra huele mal. Pero el que llega de fuera, se da cuenta porque es obvio. Huele mal. A mierda.</b><br />
<b><br />Aquí es fácil decir que los jóvenes se van a currar a Inglaterra porque son gente muy cosmopolita. Hasta se puede decir que el paro mejora porque tenemos treinta y un parados menos de un total de casi.. ¡cinco millones! </b><br />
<b><br />Pero claro, cuando un periodista te espeta en Buenos Aires qué coño haces pretendiendo preparar unos Juegos Olímpicos después de haber solicitado a Europa una millonada para salvar el culo de los bancos con cargo a las cuentas públicas, lo mejor que puedes hacer es quitarte los cascos para no entender una mierda de lo que te han dicho, por mucho inglés que presumas de saber. No cuela. Ni hay quien se crea ese cosmopolitismo de pandereta, porque cuadra mal con el peinado y la impostura. Es como meter a Paris Hilton en el cuento de Caperucita. La cagas sí o sí. Y punto.</b><br />
<b><br />No dudo que una vez de vuelta en la cuadra, toda esta peña, con Príncipe y consorte incluídos, se vuelva a sentir a gusto, felices, impolutos y hasta convencidos, como Mariano, de su buen-hacer. Pero fuera de la cuadra, la sensación es otra. Penosa, ¿hay que decirlo?<br />¡Que les den mucho! Mucho pienso, digo.</b>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-46512330119655081642013-06-30T10:29:00.001-07:002013-06-30T10:29:12.355-07:00La diosa de la brisa.<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-k-WRqRAhUTg/UdBpRjkvRmI/AAAAAAAABj8/McpTx3T6F64/s1308/Pitufo.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="420" src="http://2.bp.blogspot.com/-k-WRqRAhUTg/UdBpRjkvRmI/AAAAAAAABj8/McpTx3T6F64/s320/Pitufo.jpg" width="341" /></a></div>
<br />
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span>
<span style="font-size: large;"><b>Hay días que parece que el universo entero te abrazara, pero uno tiene que dejarse abrazar. No todo el mundo sabe.
<br /><br />Mejor si es de noche y el mercurio sube de los veinte grados,
pero no demasiado. Mejor si llueven esas gotitas cálidas que apenas
llegan a enturbiar el cristal del parabrisas. Mejor si estás tranquilo y
no recuerdas nada.
<br /><br />No es difícil reconocer ese estado de cosas si uno lo ha vivido
antes. La brisa es aquella misma caricia demorada, entregada pero libre,
lenta pero infinita, sutil, cálida, pero no ardiente. Al contrario que
en el invierno, cuando el frío te obliga a ocultar el rostro, los
músculos se estiran, el rostro y el pecho se abren a la sorpresa de una
lluvia invisible de átomos. La brisa es una diosa convertida en amiga,
pero una diosa que no tendrás jamás.
<br /><br />Y es precisamente su libertad intrínseca lo que gozas. Como
cuando sonríes al contemplar a una pareja que se besa apasionadamente,
ajena a todo por pura voluntad.
<br /> Es la elegría de la felicidad de los otros.
<br /> El amor perfecto.
<br /><br />Hay días, noches, en que uno descubre un puntito de luz
descolocado, fuera de su ambiente, como un guiño enviado desde una
estrella lejana y azul que quiere inmiscuirse en nuestra vida.
<br /><br />En realidad es un efecto óptico.
<br /> Alguien se acordó de ti en la distancia.
<br /> Y quería hacértelo saber.</b></span><br />
<br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-11882610741060020122013-02-19T11:59:00.004-08:002013-02-19T12:01:45.693-08:00Miserias<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-OOVfUDorib0/USPZLpHuBZI/AAAAAAAABjM/ZnyZ2enL5iY/s1600/Millo+bn.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="303" src="http://3.bp.blogspot.com/-OOVfUDorib0/USPZLpHuBZI/AAAAAAAABjM/ZnyZ2enL5iY/s400/Millo+bn.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<span style="font-size: large;">Tenemos miedo. Miramos para otro lado porque tenemos miedo. ¿De
qué tenemos miedo? De lo que le pasa a toda esa gente que dejamos de ver
cuando miramos para otro lado. Vivimos y escapamos al tiempo que
vivimos.
<br /><br />Yo eso no lo quiero para mis hijos, decimos. Y los hijos de los
que recurren a la basura en la nueva Grecia (la cuna de la democracia)
quedan fuera del paisaje, como desenfocados. Una pura neblina
"inevitable" que da una cierta atmósfera a la foto.
<br /><br />Y bien, ¿qué puede pasar? ¿Que tengamos que comer maiz en un
plato sucio y no haya más vacaciones en las Bahamas? ¿Es lo peor que
podría pasar? Pues no.
<br /><br />El problema es que pensamos QUE SÍ.
<br /><br />A lo mejor ocurre que lo peor que podría pasar es lo mejor que podría pasar. Cosas más raras se han visto.</span>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-57822668187404188212013-01-23T09:38:00.000-08:002013-01-23T09:44:09.523-08:00De Iuventute (Sueño romántico)<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-DPI0Nxgdznk/UQAfq1ILmOI/AAAAAAAABi8/eS-2wKBQhrE/s1600/AugaPasada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="271" src="http://3.bp.blogspot.com/-DPI0Nxgdznk/UQAfq1ILmOI/AAAAAAAABi8/eS-2wKBQhrE/s400/AugaPasada.jpg" width="400" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<b><span style="font-size: large;">Ella decía que era libre y que atarla suponía matarla. Lo decía muy seria y a veces hasta se le llenaban los ojos de lágrimas cuando hacía ese tipo de declaraciones.<br /><br />Él le miraba los ojitos tiernos y se deshacía por dentro con un pan duro en medio de un aguacero. Un día lo amaba como si fuera la encarnación misma de un amor exclusivo y absolutamente falto de medida. Y después aparecía colgada del cuello de unos y otros.<br /><br />No le pedía explicaciones, porque no había mentira en lo que hacía. Pero eso no evitaba el daño, el dolor lacerante de saberla de otro, o, aún peor, de otros. Los otros tenían la expresión cínica y desabrida y, al contrario que ella, mentían cada día. Y hablaban. Hablaban mucho.<br /><br />Un día la encontró sentada en aquel banco, en medio de la nada. Estaba estrañamente quieta, muy seria, con la vista detenida en algún punto del horizonte desde el que recorría las montañas lejanas. Parecía ausente, pero no lo estaba. <br /><br />Estuvieron largo rato callados, hasta que por fin se levantó con gesto fatigado y le dijo muy bajito:<br /><br />- Sufres porque quieres. <br /><br />Y él replicó:<br /><br />- Exacto. <br /><br />Acusó el golpe en el primer momento, pero después se rió de él como quien se ríe de un abuelo anticuado que no sale nunca de casa. Y lo hizo sentir de la misma extraña manera. Pero al final, como siempre ocurría, aquella carita de angel risueño vencía cualquier tipo de reserva y se decía una vez más que ella era verdadera, pura, única, irrepetible. Y por esa razón, tenía derecho, por mucho que doliera.<br /><br />Un día llamó a su puerta y le dijo, simplemente, "Me voy". Lo miró muy seria, largo rato, como queriendo retener su lastimera imagen, le revolvió el pelo y le dio uno de aquellos "piquitos" que repartía por el mundo tan generosamente.<br /><br />Al día siguiente, contra todo pronóstico, el sol salió de nuevo y nada se detuvo.</span></b></div>
<br />
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-12999108584865193892013-01-14T12:42:00.000-08:002013-01-15T02:20:51.146-08:00Gravedad<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-WM9BnWsgGrk/UPRq_lQK0aI/AAAAAAAABiE/BlKBg35uwCI/s1600/Nube.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="266" src="http://2.bp.blogspot.com/-WM9BnWsgGrk/UPRq_lQK0aI/AAAAAAAABiE/BlKBg35uwCI/s400/Nube.jpg" width="500" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Pasar desde la altura</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>ser gaseosos, sublimes</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>pesar menos que una cucharadita de levante</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>olvidar cuando el sol ya se fue</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>y nacer con el día</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>temprano, pero inocentemente</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>para nunca sangrar, ni causar daño.</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Vivir como el vapor</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>poco, pero tan limpio...</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>Será la gravedad la culpable de todo</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>y no hay dios que nos libre...</b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: center;">
<span style="font-size: large;"><b>... de caminar en tierra.</b></span></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
</div>
<br />Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-76219592231583870292012-12-16T03:17:00.000-08:002012-12-16T03:17:23.128-08:00Golondrinas<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-_VahDg9RIYo/UM2tHrUr6_I/AAAAAAAABhw/X7bZM5QiPUM/s1600/Ponte.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="347" src="http://3.bp.blogspot.com/-_VahDg9RIYo/UM2tHrUr6_I/AAAAAAAABhw/X7bZM5QiPUM/s320/Ponte.jpg" width="420" /></a></div>
<br />
<br />
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Quizás seas como una golondrina, alguien verdaderamente capaz de estar ausente y utilizar la ausencia como un paraguas o una de esas prendas que se llevan encima de los hombros, algo insignificante y entrañable al mismo tiempo. Uno de esos trapitos que se hacen indispensables, como algunas personas.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Tal vez te guste vivir contigo más que con los demás, eso lo entendería. También entendería que te guste el silencio, la tranquilidad, el simple hecho de que no pase nada, que todo esté "bien", en su sitio, confortablemente detenido. El tiempo también, parado como un árbol, como alguien que espera su comida y entretiene la vida con pensamientos nimios, inútiles, con imágenes que vienen a la cabeza desde los minutos que han pasado pero aún se resisten a morir.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Ni siquiera llego a imaginar como eres por dentro y eso se me hace extraño, es una imposibilidad casi física. No llego a ti por la misma razón por la que no puedo trepar por las paredes. Pero tu gravedad es más honda, más inalcanzable. Quizás sólo me haya sido concedido el privilegio de observarte a distancia, de saberme muy bien tus alrededores y hasta tus proximidades. Pero el interior me está vedado. Veo el cerrojo echado en tus ojos negros y desafiantes. Y, sencillamente, sé que no podré entrar nunca.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Ese es el verdadero dolor. La incapacidad obvia y evidente de no poder traspasar tus paredes de cal, por mucho que traspase tu boca o tu sexo. Siempre estoy afuera y eso duele. Es lo más parecido al frío glacial del invierno de un vagabundo que no puede calentarse ni con una mirada amable. El frío como un pellejo inapelable y burlón, cínico, cortante, inmisericorde, omnipresente.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Y no puedo aprender a soñar el calor de tu entraña a fuerza de imaginarte como no eres, porque eso es negar el único rescoldo de esperanza. No sé aprenderte. Me pierdo en los caminos, tanto más cuanto más alto está el lugar en que te yergues, tan cerca y tan lejana, tan bella y tan de nadie, una isla con un sólido abismo alrededor que se ha tragado el agua que servía de puente.</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Hay una luz de acero en estas mañanas frías de nubes como velos y vientos como dagas. Un peso en la esperanza que no llega a nacer. Un rumor de presagios de un mundo irreal, inventado, un simple producto de la necesidad, hija de la miseria. Quién sabe siquiera si es una necesidad o un espejismo... </b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Sea. Seguiré aprendiéndome los montes. Todos los montes, con sus cuestas, sus matas, sus caminos, sus brisas melancólicas y sus soles ardientes, sus piedras tan gastadas, sus huellas tan perdidas, su amor de cosa grande, su aliento gigantesco, su rumor de tormenta...</b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b><br /></b></span></div>
<div style="text-align: justify;">
<span style="font-size: large;"><b>Y al volver a casa, miraré de nuevo los cables del teléfono donde anidas un año tras otro, sobre los mármoles gastados del portal. El día menos pensado, volverás. O volveré a soñarte, que es lo mismo.</b></span></div>
Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-12847681599447106812012-11-25T01:31:00.003-08:002012-11-25T01:31:38.989-08:00Cataluña y el infantilismo del nacionalismo español<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-RFRg_QZ2Qhw/ULHlLznzkjI/AAAAAAAABhc/X7X81vs3B24/s1600/Senyera+Estelada.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="310" src="http://2.bp.blogspot.com/-RFRg_QZ2Qhw/ULHlLznzkjI/AAAAAAAABhc/X7X81vs3B24/s320/Senyera+Estelada.jpg" width="420" /></a></div>
<br />
<br />
<b>Uno no puede dejar de abrir la boca, porque apenas muere la última sorpresa cuando ya otra está al acecho. Recuerdo haber visto alguna de las últimas entrevistas que se han hecho a Artur Mas y me niego a pensar que tanto peperos como sociatas no estén al tanto de la cuestión. Así que no puedo menos de maravillarme ante el sorprendente diagnostico que hacen unos y otros sobre la eventual secesión de Cataluña.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Es inviable, dice el notario, si bien éste lo dice para tranquilizar a su parroquia. Tranquis que yo me encargo, dice Rajoy. No es viable, dice el supuestamente agudo Rubalcaba, y aquí es donde uno ya no sabe qué pensar de estos sociatas, cada vez más a la deriva. Ahora hablan de federelismo y uno se echa a temblar cuando lo concretan: como el americano o el alemán. Bravo, se ve que os lo habéis pensado bien, chavales.</b><br />
<b><br /></b>
<b>No recuerdo haber oído decir al Sr. Mas que vaya a suspender los contactos comerciales con una España eventualmente "extranjera". Es más, ha dicho justamente lo contrario, porque no es tonto y sabe lo que le conviene. De manera que no se explica uno de donde sale la supuesta inviabilidad. A menos que sociatas y peperos hayan optado por ser ellos quienes suspendan esas relaciones. Es muy creíble, me temo. Resulta bien probable que nuestros patriotas sociatas y nuestros fachuzos peperos hayan optado por la salida típica del maltratador. Ya que te largas, te espero en la calle. Y por supuesto, no te venderé ni un huevo, hasta ahí podíamos llegar.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Si se analiza la cosa en los medios de comunicación, aún la deriva resulta más grave. En este caso fallan hasta las matemáticas. CiU no tendría la mayoría absoluta, espetan, sin más preámbulos, todos contentos ellos. Después uno mira el gráfico del País, por ejemplo, y observa que CiU más ERC suman unos 80 escaños que supondrían ya, de facto, una mayoría cualificada. Eso sin contar los 2 probables escaños de CUP y los 10 de ICV que se ha mostrado dispuesta a respetar la voluntad de los catalanes. Los escaños de PP y PSOE no irían mucho más allá de los 40 y Ciutatáns, (esos que han inclinado la testuz ante los obispos de tan vegonzosa manera), no pasaría de 6. Así que, o las matemáticas fallan, o esa mayoría está garantizada a menos que se confirme una gran sorpresa y todos los sondeos fracasen estrepitosamente.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Todo parece indicar que la vieja España (la pepera y la sociata) confunde sus deseos con la realidad.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Uno se pregunta entonces si estos psocialistas serían capaces de situarse al lado del PP de Wert, Mato, Báñez y Gallardón, verdadera brigada de demolición, que diría Beiras, de la España del bienestar. ¿Podría el PSC apoyar el vandalismo pepero sin más graves consecuencias de las que ya tiene que afrontar? Puede, pero al día siguiente no habría que celebrar alguna reunión urgente. Al día siguiente habría un funeral de córpore in sepulto y no lo ve quien no quiere verlo.</b><br />
<b><br /></b>
<b>A los fachuzos les crecen los enanos, y no es porque sean más o menos fachuzos. Es porque, además, hay que decirlo de una puta vez, son una pandilla de ineptos. Hasta Monago o Feijoo les enmiendan la plana a sus correligionarios. El uno para no cabrear más al funcionariado y el otro para intentar meter en vereda a Gallardón, el niño pijo metido a gobernante, a quien en las últimas horas algún alto dirigente de la justicia ha llamado directamente chapucero.</b><br />
<b><br /></b>
<b>¿Cómo se puede esperar que gestione un país alguien que no sabe gestionar un macroconcierto? Y no es que haya habido mamoneo con las entradas o los permisos, que es marca de la casa. Es que han muerto cuatro personas y ahora se rifan el marrón, a ver quien se escabulle antes y si te he visto, no me acuerdo.</b><br />
<b><br /></b>
<b>Por si fuera poco, de las alcantarillas del estado salen las hordas franquistas campando a sus anchas sin el más mínimo recato, y el sedicioso Tejero acusa a Mas de eso. De sedicioso, tiene tela la cosa. Y sus peperas señorías no tienen el más mínimo inconveniente en ceder un centro público a quienes pretenden homenajear a Francisco Franco. Que era un dictador asesino, a ver si lo recordamos todos, peques. No un tipo autoritario como Botín o Bertín Osborne. Un fascista sanguinario que ahogó en sangre a vascos, catalanes, gallegos, andaluces y castellanos, hasta que ya se cansó de la matanza y salió al balcón como cansado, acompañado del patético monarca, como diciendo, ahí os dejo a este mamoncete que yo ya he hecho lo suficiente, y vosotros veréis. El mamoncete ha reivindicado su papel en la dictadura como si tal cosa y aquí el Supremo no ha dicho ni pío. Casualidad.</b><br />
<b><br /></b>
<b>El diagnóstico de todo esto lo ha realizado no hace mucho Laura Mintequi, una señora que me cae genial, porque aparte de todo, jamás se ha manchado las manos con la violencia de etarras o fachuzos. España se hunde. Lo ha dicho clarito y pocos se han molestado en contradecirla. Algunos han pensado que la afirmación tiene sólo un tinte económico. Me da que no sólo. Toda la ideología que sustentaba al régimen post-franquista (parece que veo a González revolverse en la silla..) se viene abajo.</b><br />
<b><br /></b>
<b>La gran mentira de la Transición de los Fraga, González, Carrillo, Suárez, etc, se cae como un castillo de naipes. Y lo que más sufre con la caída es la idea de España que latía y late en todos ellos. Una España básicamente igual a la de hace un par de siglos, que es todo lo que dura su historia real por mucho que se empeñe Menéndez Pidal en lo contrario. Ignorante, intolerante, arzobispal y profundamente orgullosa de sus propias lacras. Resquiscat in pace. Servidor pasa mucho de ir al funeral.</b>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-38233466470167019952012-09-23T15:26:00.000-07:002012-09-23T15:30:51.634-07:00Intrascendente<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-k6tG7SS9ON0/UF-L6XncHsI/AAAAAAAABhI/PJNM58RTkJ8/s1600/Intrascendente.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="420" src="http://2.bp.blogspot.com/-k6tG7SS9ON0/UF-L6XncHsI/AAAAAAAABhI/PJNM58RTkJ8/s320/Intrascendente.jpg" width="340" /></a></div>
<br />
<span style="background-color: white; font-family: Courier New, Courier, monospace; line-height: 18px;"><b>Prefería llevarse el café a la mesa. Dejar claro con ese simple gesto, que un camarero no es un tipo que nació para servirte, sino que le tocó esa labor y punto. Alguien le tocó el hombro con una mano grande y compañera y él sólo sonrió. Dejó pasar a un par de señoras con pintas de turista y se instaló en la mesita redonda, blanca, diminuta, que siempre había estado afuera, junto a la entrada, con el café en la mano y la mirada llena del mundo insignificante y ruidoso del tráfico.<br /><br />Cruzó las piernas y observó. Una mujer sacudía la alfombra contra la fachada con energía, con el pelo oculto tras un pañuelo de tonos claros y alguna flor rosada. Líbano era su país y su nombre Yamal. Había aprendido sus primeras palabras en gallego nada más atravesar la puerta de la panadería donde algunos la miraban con curiosidad y otros con desapego. Levantó la mano desde la distancia y ella sonrío y se recogió.<br /><br />Alguien hurgó en el bolsillo de su camisa y extrajo el encendedor sin pedir permiso. Ni siquiera tenía que mirar para saber y aquello le producía una sensación de comodidad difícil de explicar. El tipo, grande y familiar, le preguntó por cierto resultado de la liga de fútbol. Mintió cuando dijo que no sabía. Le disgustaban aquellas preocupaciones frívolas e inexplicables de la gente que apuradamente llegaba a fin de mes, pero se reprimía a la hora de manifestar su disgusto. Bastante tenían ya.<br /><br />Se reprimió cuando la hija de Sara lo saludó desde la otra acera. Las formas de aquella casi mujer parecían esclavizar la mirada, pero el casi le causaba una cierta vergüenza que casi agradecía. No era el caso de su madre, bien entrada en la cuarentena, a la que miraba con el descaro propio de su misma condición de adulto curado de espantos. Ella hizo un comentario y él asintio con la sonrisa mientras admiraba su gesto altivo y su melena al viento. Los recuerdos le hicieron nacer una chispita de melancolía en los ojos negros. Paró el coche que traía los periódicos abruptamente, a escasos metros de la mesa, y de allí bajó un tipo desconocido con cara de urgencia. La de gente que pasaba por aquel coche...<br /><br />El café estaba calentito y sabía a ternura de mañana primaveral. Como si el sol fuera una amante acaso lejana pero siempre presente. Rastreó en el bolsillo de la camisa y extrajo una de aquellos cigarrillos oscuros. Pasó un hombre con la sonrisa perdida para siempre y detrás un crío que esclavizaba sin piedad una tabla de "skate" produciendo un ruido nada amable. El mundo es así, se dijo. Amargo e inconsciente a veces. Alegre otras, tentador, desafiante siempre. Una asignatura que no se aprueba jamás.<br /><br />Se sentó Daniel a su lado, con su humanidad tibio y su voz grande y honda como un pozo.<br /><br />- Vaia cariña de sono !!<br /><br />Su risa era como una bienvenida a una playa pequeña y recogida. La que recordaba de su niñez en As Travesas, cuando aún se podía salir de casa y oler el mar, con sus maneras bravas y su sabor a vida.<br /><br />- Aínda non viches a túa, castrón...<br /><br />Y dejó de pensar, dispuesta a que la vida fuera sólo la charla intrascendente, pero amiga, de dos que se conocen desde antes de nacer, que es mucho tiempo.</b></span>
Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-77880035816183597562012-03-16T16:31:00.000-07:002012-03-16T16:37:31.742-07:00Recortes<br />
¿Cuánto valen estas tonterías?<br />
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-enB_MO2duB8/T2PLkm9q2sI/AAAAAAAABgc/-7-7Gw9fw3A/s1600/reyesprincipes120558.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="176" src="http://3.bp.blogspot.com/-enB_MO2duB8/T2PLkm9q2sI/AAAAAAAABgc/-7-7Gw9fw3A/s320/reyesprincipes120558.jpg" width="420" /></a></div>
<br />
¿Y estas?<br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-3xkH6t0b09E/T2PLuyZcBtI/AAAAAAAABgk/07xUMieGtGU/s1600/Episcopos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://4.bp.blogspot.com/-3xkH6t0b09E/T2PLuyZcBtI/AAAAAAAABgk/07xUMieGtGU/s1600/Episcopos.jpg" /></a></div>
<br />
<br />
Al final habrá cortes en lugar de recortes. Justo a esa cierta altura. Y es que no escarmentáis, cojones...Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-81738933999050142862012-03-02T08:47:00.000-08:002012-03-02T08:47:14.599-08:00Coimbra<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-Bt1Dc7zEtvU/T1DxLK189eI/AAAAAAAABe4/sLzAZ4hd1mE/s1600/P2202053.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="199" src="http://4.bp.blogspot.com/-Bt1Dc7zEtvU/T1DxLK189eI/AAAAAAAABe4/sLzAZ4hd1mE/s320/P2202053.jpg" width="320" /></a></div>
<b>Uno no sabe bien qué será eso que hace que las cosas o las personas resulten diferentes. O los lugares. Pasamos por los sitios cientos, miles de veces, con mejor o peor fortuna, y por lo que sea, los hay que dejan un cierto registro, no sé si melancólico o sencillamente destinado a ser revivido pasado un tiempo.</b><br />
<br />
<b>Ya había pasado por aquí en otra ocasión, casi puede decirse que huyendo de Lisboa en un momento en que el ambiente allí no era muy agradable. Llegar a las riberas del Mondego y contemplar a una muchacha leyendo un libro, apoyada en una farola, consiguió reconciliarme con el mundo y esa sensación se ha quedado prendida en algún rincón de la memoria.</b><br />
<b><br /></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: left;">
<b>Reconocí el malecón. La farola en la que se recostaba aquella muchacha, era una de estas. Coimbra es un lugar sencillo, pero con sus secretos, como toda ciudad que se precie. Una ciudad que exige sudores y entrega detalles de esos que parecen pequeños, pero que se quedan rondando en la imaginación. Amabilidad en la gente que se gana la vida sirviendo mesas, por ejemplo, no exenta de un toque de distinción que no se encuentra en todas partes. Amor a la profesión, dirían algunos, y un saber estar que no tiene nada que ver con categorías o protocolos.</b></div>
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://1.bp.blogspot.com/-ngdRyS3BK1E/T1Dz0tOVJyI/AAAAAAAABfI/6XYJd2XuOjw/s1600/1329528292969.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="239" src="http://1.bp.blogspot.com/-ngdRyS3BK1E/T1Dz0tOVJyI/AAAAAAAABfI/6XYJd2XuOjw/s320/1329528292969.jpg" width="320" /></a></div>
<b>Que la cosa vaya mejor que bien, suele depender de detalles un tanto misteriosos, como el hecho de que alguien (cómo mola, Tata...) conozca algún local que te devuelve a un espacio atemporal donde las cosas ocurren de otra manera, por más que el Porto sea siempre Porto y no todos los camareros sean siempre tan especiales.</b><br />
<b><br /></b><br />
<b>El local se llama A Diligência, y es uno de esos que se suelen llamar bares de fados, aunque se canta de todo y bien está que así sea. Lo que no es frecuente es encontrar gente que cante tan bien. Porque no se trata de un escenario y muchas luces alrededor. Se canta directamente desde las mesas y sin más miramientos que una pequeña explicación de lo que se espera de la concurrencia en términos de colaboración y buen rollito para con los artistas. Mientras se canta, el local pernanece casi en la penumbra y hay que decir que se agradece.</b><br />
<b><br /></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-pHPRQtO0RQg/T1D0U4WeokI/AAAAAAAABfQ/gnPmyVm5GK0/s1600/P2181908.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://2.bp.blogspot.com/-pHPRQtO0RQg/T1D0U4WeokI/AAAAAAAABfQ/gnPmyVm5GK0/s320/P2181908.jpg" width="240" /></a></div>
<b>El tener alguien cantando a tu lado tiene algo de especial. Pero es mucho más especial ser testidos de la pasión con que esta gente canta, sin trucos y sin ánimo de enriquecerse. Es puro amor por lo que a uno le gusta y muchas ganas de contagiárselo a los demás. Y ahí es donde la cosa funciona. Al poquito, la gente de Santander o Cadiz, canta en portugués como si tal cosa, y los de la vieja Galicia no necesitamos más que reconocer las viejas canciones de Zeca Afonso para comulgar sin necesidad de hostias. Esto sí que es comunión, chaval... </b><br />
<b><br /></b><br />
<b>Antes de marchar, subo Quebra Costas una vez más. La calle tiene el nombre adecuado, porque al llegar arriba, a la Universidad, es obligado comprobar que la espalda y los riñones siguen en su sitio. Pero se llega. El Jardim Botánico no cae lejos. Hay pocas flores, porque sencillamente aún no toca. Toda una familia asentada sobre las fastuosas raíces de un Ficus Macrophilla con un contorno de muchos metros y el aspecto de haber visto correr la vida a su lado durante siglos. Estudiantes que transitan por entre los árboles gigantescos, huyendo del ruido de las calles y una sensación de calma que en los tiempos que corren resulta sorprendente.</b><br />
<b><br /></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-Yp5QMgtcnoo/T1D0_E8G-TI/AAAAAAAABfY/FZrevB66KRA/s1600/P2202001.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-Yp5QMgtcnoo/T1D0_E8G-TI/AAAAAAAABfY/FZrevB66KRA/s320/P2202001.jpg" width="240" /></a></div>
<b>Antes de marchar, subo Quebra Costas una vez más. La calle tiene el nombre adecuado, porque al llegar arriba, a la Universidad, es obligado comprobar que la espalda y los riñones siguen en su sitio. Pero se llega. El Jardim Botánico no cae lejos. Hay pocas flores, porque sencillamente aún no toca. Toda una familia asentada sobre las fastuosas raíces de un Ficus Macrophilla con un contorno de muchos metros y el aspecto de haber visto correr la vida a su lado durante siglos. Estudiantes que transitan por entre los árboles gigantescos, huyendo del ruido de las calles y una sensación de calma que en los tiempos que corren resulta sorprendente.</b><br />
<b><br /></b><br />
<b>Tratándose de una ciudad universitaria, es inevitable encontrarse rastros del genio juvenil por las paredes, plagadas de reivindicaciones que no se limitan a los aspectos sociales sino que llegan con una sorprendente frecuencia a ese romanticismo que es mejor que no perdamos nunca. Corazón e imaginación en una curiosa combinación que recuerda poderosamente otros momentos en que las ideas de los jóvenes marcaban el camino a seguir. </b><br />
<b><br /></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-kDwo4r_Iwg8/T1D1a2xyzUI/AAAAAAAABfg/Wec2vukgYHA/s1600/P2181906.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-kDwo4r_Iwg8/T1D1a2xyzUI/AAAAAAAABfg/Wec2vukgYHA/s320/P2181906.jpg" width="240" /></a></div>
<b>Por si lo anterior no ha endulzado la boca lo suficiente, añadiré que la compañía era femenina por abrumadora mayoría. Como para quejarse... </b><br />
<b>Las </b><br />
<b> risas </b><br />
<b> suenan </b><br />
<b> mejor en </b><br />
<b> boca de </b><br />
<b> mujeres </b><br />
<b>y el puntillo loco nos sigue acompañando, esta vez reforzado por una nueva presencia gaditana que, además de ejercer, junto con Tata, de guía turística, ha alegrado la visita con la gracia que suelen tener las mujeres nacidas en ese hermoso rincón del mundo. Un placer nada retórico, Nati.</b><br />
<b><br /></b><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4.bp.blogspot.com/-cXp5otBEB1Q/T1D1xRrAAJI/AAAAAAAABfo/28XRhxvYay0/s1600/Grupo.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="244" src="http://4.bp.blogspot.com/-cXp5otBEB1Q/T1D1xRrAAJI/AAAAAAAABfo/28XRhxvYay0/s320/Grupo.jpg" width="320" /></a></div>
<b><br /></b><br />
<b><br /></b><br />
<b>El puntillo loco fue el responsable de que termináramos en un remoto lugar llamado Talasnal, al que se llega por pistas sin asfaltar (lo justo para la intrépida choferesa...) y en donde, por gracia de un sentido de la hospitalidad poco frecuente, terminamos disfrutando de un guisado de cabra que ya quisieran muchos renombrados restaurantes. Buen vino tinto y postres de la zona por poco dinero. ¿Quién da más?</b><br />
<b><br /></b><br />
<b><br /></b><br />
<a href="http://3.bp.blogspot.com/-qPBhhdve2fU/T1D4BmkSSuI/AAAAAAAABgA/SWWYpXFEXsI/s1600/P2191934.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; float: left; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="http://3.bp.blogspot.com/-qPBhhdve2fU/T1D4BmkSSuI/AAAAAAAABgA/SWWYpXFEXsI/s320/P2191934.jpg" width="320" /></a><a href="http://3.bp.blogspot.com/-c6Cs7ZUS9ZA/T1D4Oos-CEI/AAAAAAAABgI/3LyvIcj6-cU/s1600/P2191936.jpg" imageanchor="1" style="clear: right; float: right; margin-bottom: 1em; margin-left: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://3.bp.blogspot.com/-c6Cs7ZUS9ZA/T1D4Oos-CEI/AAAAAAAABgI/3LyvIcj6-cU/s320/P2191936.jpg" width="240" /></a><b>El local se llama Ti Lena, y está a cargo de Lisete Dias. Correo electrónico: lisetedias@hotmail.com. Hacerle un poquillo de propaganda es una forma de agradecer toda la amabilidad que se nos ha dispensado en estos días en Portugal. Seguro que volveremos.</b><br />
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<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://2.bp.blogspot.com/-Oatp5J89xAk/T1D44ZwyidI/AAAAAAAABgQ/PyRzX5kOsf8/s1600/flor+2.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" src="http://2.bp.blogspot.com/-Oatp5J89xAk/T1D44ZwyidI/AAAAAAAABgQ/PyRzX5kOsf8/s1600/flor+2.jpg" /></a></div>
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<b><br /></b>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-49509837382334701642012-02-12T08:29:00.000-08:002012-02-12T08:29:57.924-08:00Cosas que no deben olvidarse<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://1.bp.blogspot.com/-rgQT053HUt0/TzfodLJFhCI/AAAAAAAABbc/VMdwhacQubU/s1600/WandNiandong.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="228" src="http://1.bp.blogspot.com/-rgQT053HUt0/TzfodLJFhCI/AAAAAAAABbc/VMdwhacQubU/s320/WandNiandong.jpg" width="320" /></a></div><br />
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<div style="text-align: center;"><span style="background-color: white; color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><b>No sé donde ha nacido </b></span></div><span style="background-color: white;"><b><div style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px; text-align: center;">qué principio me halló entre sus pupilas </div><div style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px; text-align: center;">quién dijo que soy yo </div><div style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px; text-align: center;">por algún sortilegio, el elegido </div><div style="text-align: center;"><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 4px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">Ella liba de mí mientras yo muero </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">en cada dulce y lenta acometida </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">llamaradas oscuras velan su tibia boca </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">no acabo de morir porque no quiero </div></span><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 6px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">Ella me mira y sangro </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">una promesa en un amanecer </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">asciende hasta mis labios </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">y soy río </div></span><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 6px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">De su mar de silencios </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">de sus ojos de bruma </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">de sus manos de seda </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">de su aliento inflamado </div></span><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 6px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">Ella toma en su mano </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">mis delirios de incendio </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">sin esperar señales </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">y me acoge en su vientre </div></span><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 6px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">Y muero un poco más </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">abrigado en un sueño </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">bajo dos dulces lunas </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">asisto a sus jornadas </div></span><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 6px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">De marcharse y volver </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">de volver a marcharse </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">espléndida, incansable </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">sabia desde el deseo </div></span><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 6px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">Hasta que llora un grito </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">y cesa en sus viajes </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">y hay temblor en el aire </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">y humedad en su espalda </div></span><div style="text-align: center;"><span style="line-height: 6px;"><br />
</span></div><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">Y un cansancio bendito </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">la devuelve a mis brazos </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">y muere la distancia </div></span><span style="color: #222222; font-family: 'Lucida Grande', Arial, sans-serif; line-height: 18px;"><div style="text-align: center;">y ya no somos dos</div><div style="text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: left;">Imagen de Wand Niangdong.</div></span></b></span>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-40119593001179665712012-01-14T09:10:00.000-08:002012-01-14T09:11:45.061-08:00Deriva mental<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-b6v9sKLzZoM/TxG2FLxkFVI/AAAAAAAABbQ/FvbdIJ--SgU/s1600/R%25C3%25A12.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="203" src="http://4.bp.blogspot.com/-b6v9sKLzZoM/TxG2FLxkFVI/AAAAAAAABbQ/FvbdIJ--SgU/s400/R%25C3%25A12.jpg" width="600" /></a></div><br />
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<div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;">Hay algo de premonición en las hojas secas que llenan el suelo de juegos sin sentido. El aire parece un crío que juega a ser Dios con esos seres muertos y rígidos, exhaustos. Mirando al horizonte, uno diría que nunca ocurre nada que merezca la pena. Nadie miente a nadie, no hay niños sin escolarizar, la corrupción ha sido desterrada al inferno, y el infierno ha sido definitivamente prohibido. También el cielo.</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;"><br />
</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;">El zumbido monótono de un motor que avanza corto de revoluciones sobre una autovía casi desierta. El rumor de la respiración dentro del habitáculo en silencio. Las volutas de humo que danzan en el aire caprichosamente. El siseo sibilino y callado de la calefacción. Hace un frío de muerte. El frío es la verdadera y absoluta miseria. Toda la vida debería reunirse en torno al trópico, pero somos ya miles y miles y miles. De millones. De almas, dicen. Entre las cuales hay seres que no la tienen pero se han hecho un lugar en la cima de la pirámide. La voz de los sin alma que gobiernan las almas. Hace un frío de muerte.</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;"><br />
</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;">La verdadera libertad es la ausencia total de pensamiento. La reflexión tiene aristas duras y afiladas. Cuanta más sinceridad en la propia conciencia, más hondas las heridas. Los recuerdos vagan por el vehículo, cambiando de asiento de vez en cuando. Suenan voces anglosajonas en un "jukebox" escondido tras una cortiña de años que han pasado sin que uno se diera cuenta de qué ocurría. La vida es eso que pasa mientras tú haces planes para el futuro, dijo John. John era un broncas de cuidado, pero encontró el hilo de una luz que conducía al futuro. Aunque no se puede decir que lo supiera. Su jefe sí sabía.</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;"><br />
</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;">He hecho una foto hermosísima, pero no voy a dejar que ningún especialista me dé su veredicto. Lo sé y me basta. Hay tanta alegría y tanto amor en esos ojos que se podría limpiar la conciencia del mundo en estos seis mil años de historia. Ella era así, y será así siempre.</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;"><br />
</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;">El tabaco es el mejor anestésico del universo. Uno cree enseguida en las propiedades milagrosas de esas corrientes que salen de los pulmones extrayendo las bilis interiores, los restos del naufragio ya crónico, el recuerdo de aquella bofetada injusta, la mirada de desprecio de ella, la que te amaba. El humo del cigarro marca el ritmo ideal de la vida. Dos que fuman siempre se besarán mucho mejor. Las mujeres fuman porque les gusta, no porque tengan fijación con el sexo oral. Ya te gustaría, so mamón... </span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;"><br />
</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;">No se escribe para aliviar el hambre del mundo. De justicia, digo. Se escribe para llenar un vacío de un papel en blanco que es el perfecto retrato del mundo de ese que escribe. Su historia y su epitafio. Se escribe para escapar del último minuto y también del minuto anterior. Ese que ya se fue sin despedirse, qué puta manía de no comportarse con un mínimo de educación... </span></b><br />
<b><span style="color: blue; font-size: large;"><br />
</span></b><br />
<b><span style="color: blue; font-size: large;">Algunos grandes escritores se pasaron la vida corrigiendo su propia obra y uno se pregunta que sentido tiene semejante cosa. O qué sentido tiene coleccionar sellos. O escribir cartas. O masturbar a tu amante mientras ella lee una revista de cotilleos y de vez en cuando te corrige. Más fuerte, más abajo, con calma... </span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;"><br />
</span></b></div><div style="text-align: justify;"><b><span style="color: blue; font-size: large;">Lo mejor que te puede pasar es que, al final, te bese. Lo peor, también.</span></b></div>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-56535582901462872162011-12-03T09:44:00.000-08:002011-12-03T09:53:36.864-08:00La casa, limpia.<iframe allowfullscreen="" frameborder="0" height="315" src="http://www.youtube.com/embed/8txc9zjstLA?rel=0" width="560"></iframe><br />
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<div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Hacía un frío singular, como de fin del mundo. Y sin embargo no conseguía sentir la agresión de otras horas, esas minúsculas agujitas que se encajaban entre la piel y los huesos y se quedaban ahí, vampirizándolo. El día tenía una luz de barrio obrero, entre grasienta y desamparada y hasta el ruído de la calle parecía haber dado una tregua al paso de las horas.</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b><br id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370370" /></b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Retiró la copa de cerveza que se había dejado sobre la cpu y sopló con fuerza, por instinto, intentando borrar inútilmente las manchas que quedaban allí, aferradas al metal frío. Le dolía la espalda de dar vueltas y vueltas en la cama, encajando las diversas partes del cuerpo sobre las sábanas, en posiciones a veces inverosímiles. Intentaba calmar el insomnio con una especie de yoga inventado para romperse las articulaciones, pero no lo conseguía. En mañanas como aquella, el cansancio era tan profundo que tenía la impresión de vivir en una suerte de mundo irreal en el que todo resultaba lejano, y, sobre todo, ajeno.</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>La ansiedad comenzaba a crecer pasada la primera media hora fuera de la cama y se transmitía a sus movimientos nerviosos y a veces descoordinados. Limpiaba para combatir aquella sensación de amenaza. Había pensado que mataba dos pájaros de un tiro, mitigar la tortura y mantener la casa razonablemente presentable para sí mismo. Las visitas le importaban un carajo, pero sabía reconocer que no había visitas. Mentir a los demás es cosa inevitable. A uno mismo, es un ejercicio de estulticia barata.</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Metió la ropa en la lavadora y se alejó para comprobar que aquellas letritas que en la corta distancia se revelaban absolutamente ilegibles, correspondían al lavado habitual. Aquel run-run lo tranquilizaba. Un rumor doméstico que ayudaba a pensar que la casa estaba viva, en marcha, como cualquier otra casa. Puso un vinilo de Tom Waits en el giradiscos y comprobó que lo que sonaba se correspondía aceptablemente con su estado de ánimo. Waltzing Mathida, waltzing Mathilda you... Se imaginó bailando un vals con Mathilda, se inventó sus ojos verdes, su cabello sin tintes, su cintura tan próxima, su pecho cubierto apenas por una camiseta de tirantes, como en las películas americanas ambientadas en el caluroso sur... Dónde coño estaba su Mathilda...</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Mientras pasaba la escoba, pensó que la suciedad sigue una norma parecida a la energía. Nunca se pierde, sólo se transforma. O se cambia de sitio y recala donde mas se note su presencia, para joder, que es de lo que se trata. La vecina de arriba reñía con aquella adolescente con cuerpo de mujer declarada apta para el consumo... Se avergonzaba un poco de aquellos pensamientos preñados de un cinismo visceral e incontrolado. Luego se decía que aún le quedaba dignidad. Y que la perdería de buena gana entre sus piernas... esto ya con un rictus de amargura en los labios cerrados a cal y canto, como una de aquellas fábricas en las que había pasado media vida. Un esclavo, no más... A qué engañarse...</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Descubrió en la nevera un olor poco agradable y manoteó entre aquellos mundos de plástico comercial hasta que dió con los restos de una cena antigua. Cerró la bolsa de la basura atando las asitas de color rojo después de darles vueltas hasta conseguir que aquellos desperdicios no dejaran escapar un gramo de aire al exterior. Caminó hacia la puerta de salida y lo dejó en la esquina, con desgana. Cerraron una puerta de golpe en las alturas. Y qué mierda de mundo vamos a arreglar si no sabemos cerrar las puertas, mecagoendiós... </b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Voz de Gardel al otro lado de la calle. "... que naciste en la miseria de un cuartucho de arrabal...". No recordaba que nadie hubiera compuesto alguna vez un tango alegre, o sarcástico, o irónico, no... Tristes, sí. Todos. Miró hacia la ventana donde el tipo fumaba en camiseta, con la cortina escapando de los marcos de la ventana por efecto de alguna corriente. No escuchaba a Gardel, pensó. Y después se preguntó por qué le apetecía juzgarlo de aquella inmisericorde manera.</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b><br />
</b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Y decidió seguir limpiando la casa hasta que reluciera como los chorros del oro. </b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Porque estaba hasta los güevos de estar triste. </b></div><div id="yiv173782238yui_3_2_0_14_132284448370348" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px; text-align: justify;"><b>Y porque la tristeza siempre luce mejor en una casa limpia.</b></div>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-3102442759493102897.post-84429335367916598762011-11-10T14:35:00.000-08:002011-11-10T14:35:39.726-08:00Subliminal<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://4.bp.blogspot.com/-YAPD8aHIpdg/TrxQo3HUK3I/AAAAAAAABa0/-JoVEGgpp6I/s1600/Rajoy.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://4.bp.blogspot.com/-YAPD8aHIpdg/TrxQo3HUK3I/AAAAAAAABa0/-JoVEGgpp6I/s320/Rajoy.jpg" width="240" /></a></div><br />
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<div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b>Se le ve opaco. Escondido tras las barbas decimonónicas. Tras las gafas también. Hasta diría que tras los ojos.</b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b><br />
</b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b>No ofrece nada, nunca lo ha hecho. No dice nada. No bebe, no fuma, no juega al balón (¿o sí?) . Es un hombre-no.</b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b><br />
</b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b>No he leído su programa. Lo conozco a él y a los suyos hace tiempo. Paso. Sí que me fijo siempre en sus carteles electorales. Siempre me transmiten un mensaje de peligro inminente. </b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b><br />
</b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b>Ahora el peligro está tan presente que el cartel tiene una calidad casi telepática. No hay más que mirarlo un par de segundos y en seguida sabes lo que está pensando: </b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; font-size: 19px;"><b><br />
</b></div><div id="yiv1004936158yui_3_2_0_15_132084228089748" style="background-color: white; font-family: 'times new roman', 'new york', times, serif; text-align: center;"><span class="Apple-style-span" style="font-size: x-large;"><b>¡ A ti te voy a joder!</b></span></div>Xocashttp://www.blogger.com/profile/16457049601682734180noreply@blogger.com4