Tres vigorosos ejemplares localizados en el mismo lugar donde las antiguas minas de oro de los romanos reciben miles de visitas al año: Las Médulas.
En realidad las minas apenas consiguen distraer la atención del conjunto de estos formidables vigías, longevos como es difícil de imaginar y capaces de sobrevivir a casi cualquier cosa, acaso con la excepción del fuego que tanto daño les ha hecho.
Huelga decir que pasear entre estas bellezas tiene un aquel de magia difícil de explicar y mucho más comprensible una vez se ha pasado por tan agradable experiencia.
4 comentarios:
E a de segredos que deben agochar nas súas raíces!!!
La foto es genial, pero desde luego seguro no es comparable a estar ahí y como bien dices sentir esa magia de pasear entre ellos.
Bicos!
Maravilla de foto y texto en que nos dejamos envolver.
Bicos, Siete.
Es tan preciosa la foto que entran ganas de caminar por el lugar. Parece que vayan a salir gnomos ocultos tras los grandes troncos de un momento a otro. Por que haberlos haílos ...
muxuk
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