28 de septiembre de 2011

La piel de los otros



Ayer escuché a alguien hablar en una emisora de radio de ciertos proyectos cinematográficos. Ese alguien declaró haber sido víctima de un atentato. Contaba que desde ese momento no había sido capaz de leer novelas de crímenes.


Y se me ocurrió pensar en toda la porquería que leemos o visionamos como si fuera algo absolutamente inocente. La tele sin ir más lejos.
Se dice que los niños no deben ver escenas de violencia. 


¿Los adultos, sí? 
¿Seguro?
Tengo la desagradable impresión de que nuestra reconocida insensibilidad tiene mucho que ver con eso. La piel de los otros queda lejos.

8 de septiembre de 2011

Obviedad