Quizás echéis de menos el óvalo perfecto
la perfección del rostro, la mirada hechicera
O el pecho femenino mostrado abiertamente
redondo y desafiante, sublime de imperfecto
O la puesta de sol en mi amada Fisterra
parejas que se abrazan por la espalda hasta el pecho
O amanecer violáceo de púrpuras sangrantes
en gélidas regiones de azules asesinos
O el ábano de plumas de un verde milagroso
del pájaro milagro en una jungla verde
Cuatro tablas cautivas, casi crucificadas
expuestas al dolor de la lluvia y el trueno
y el liquen confortante, mimoso y detenido
y detrás, hojas muertas, desmayadas .... y bellas.
1 comentario:
la mayor belleza reside a menudo, por no decir casi siempre, en aquello que parece imperceptible a simple vista. Tal vez si echásemos un vistazo más detenidamente a nuestro alrededor, veríamos donde en verdad reside la verdadera belleza.
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