5 de mayo de 2009

Laureados sinvergüenzas


Cuando se critican determinados comportamientos de la derecha, suele elevarse la voz y clamar contra el supuesto maniqueismo de quienes los denuncian. En las últimas elecciones celebradas en Galicia, algún antiguo conselleiro proclamó muy ufano que "se ha demostrado la falacia del caciquismo".

Extraigo a modo de ejemplo un párrafo de el periódico "O Xornal" (actual competencia de la Voz de Galicia) donde se cuentan la vida y milagros del señor Baltar, jefe todopoderoso de la Diputación ourensana desde el principio de los tiempos, y en el que el ínclito personaje deja clara su idea de la libertad de elección cuando se le pregunta si fue él quien inventó el acarreo de votos.


“Lo hacemos todos, pero nosotros ganamos. Hay que trabajar. En todas las elecciones voy a Nogueira para vigilar cómo va la cosa. Vi a una pareja y tuve dudas. Le pregunté si me darían el voto, me dijeron que sí y entonces les cambié las papeletas que llevaban en la mano por unas del PP. Los acompañé hasta la mesa y luego comprobé que le iban a votar al PSOE”.


En "Bouzafría", el blog donde me enteré del asunto () , se preguntan qué hace la Fiscalía, dado que se trata de una manera de proceder que ha sido publicitada por el periódico. Me atrevo a decir que aplaude, como los correligionarios de este simpático chaval.
http://www.xornal.com/artigo/2009/04/06/suplement- os/contexto/baltar-he-cambiado-silla-anos/20090404- 2057191979.html

1 comentario:

ababoll dijo...

Mi abuela era de derechas. Mi abuelo de izquierdas.
Mi abuela jamás ejerció su derecho al voto pues, si lo hacía, mi abuelo la obligaba a votar a la izquierda.
Si el "acarreo de votos" ya es cuestionable de por si, el que alguien se vanaglorie públicamente de ello ya es la ostia.
i prou.