3 de julio de 2007

Contradecir a Brecht




Parece que impresiona, ¿no? O que fuera tarea de insensatos. Ni siquiera puedo presumir de haberle leido mucho. ¿A qué viene esto? A nuestras actitudes ante la vida. Hay una frase de este señor que se repite hasta la saciedad (como muchas otras) con muy buenas intenciones.


"Hay hombres que luchan un dia y son buenos.
Hay otros que luchan unos días y son mejores.
Los hay que luchan muchos días y son muy buenos.
Pero hay los que luchan toda la vida.
Esos son los imprescindibles."


Salvando ya el tema de género, ("comprensible" dada la época, pero no soslayable, porque es precisamente la lucha de las mujeres la que mejores resultados ha aportado hasta el momento), el mensaje casi parece plausible, desde la óptica de izquierdas, a la que me apunto. Pero merece un comentario y, a riesgo de parecer atrevido, me voy a meter en harina.


Esa filosofía le ha amargado la vida a más de uno que conozco. La famosa cantinela "de derrota en derrota hasta la victoria". No lo tengo nada claro. No diré que la lucha sólo tenga sentido por los objetivos que persigue. Pero luchar toda la vida es mucho decir. A lo mejor resulta que no estamos teniendo en cuenta el desgaste que eso produce, porque la frase resulta preciosa, pero puestos al tajo la cosa se ve de otra manera. Hay gente que ha luchado muchísimo tiempo y al final se ha encontrado con un panorama bien distinto del esperado. También hay que tener en cuenta que bajo las dificultades que la batalla continua ocasiona, los naturales cambios personales parece que se multipliquen. Y al final, aún si has conseguido ciertos objetivos, no podrás negar que la empresa te ha consumido de tal forma que ya no entiendes gran cosa. La típica sensación de "ya he llegado a la meta y ahora no sé muy bien qué pinto aquí".


Hay un segundo aspecto incluso más negativo y muy presente en la vida diaria. A veces se persiguen heroicamente objetivos nada realizables. Y claro, como "hay que luchar toda la vida", dale que te pego con el carrete. "Queremos puerto de mar". Vale, tio, pero es que eso es Ávila, joer, qué quieres que te diga. "Por la semana laboral de 30 horas". Y de 3, no te jode... Y que curren las cortes celestiales que como son espíritus puros no necesitan convenio colectivo.


Ya sé que hay cosas que parecen imposibles hasta que se consiguen. Pero la mayoría se consiguen porque no lo son.


Vaya, que luchar está bien, pero ojo no luches tanto que te quedes el resto de tu vida curándote la frustración de no haber sacado nada en limpio. Que los hay. Ojo.


No se entienda esto como una crítica al Sr. Brecht. Dicen que era sabio. Un servidor ni siquiera aspira a saber, pero ha estado en el tajo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

pero non sería moito máis duro chegar ao final sabendo que non loitaras o suficiente, sabendo que deixaras pasar marabillosos soños polo medo a loitar por eles??
Sería duro saber que o soño ficara para sempre no mundo do etéreo por non o ter perseguido heroicamente.
Que nunca digan de min que non loitei abondo e que me deixei vencer polas forzas do cansanzo!!!!
Que a miña vida sexa sempre unha batalla, malia ter perdido tantas escaramuzas naqueles ollos de princesa repudiada.

Anónimo dijo...

Hay que luchar por aquello que se quiere, pero no creo que haya que llegar al extremo de dejarse la piel por ello, pues bastante nos la dejamos con eso de "sobrevivir" el día a día, para encima jodernos con otras luchas tal vez imposibles....

En fin, que sabio supongo es quien se para a pensar un poco y antes de luchar ya sabe si vale la pena meterse en el embrollo.