11 de mayo de 2008

Una verdad elemental



P.D.- Yo, que me creo el gubernamental más perseguido de España y Portugal, tan injustamente, y que tanto sufrí, casi siempre con gran entereza, perdono a todos esos desgraciados que tantos crímenes cometieron con la palabra de Cristo en los labios. Cristo no manda matar y mucho menos a inocentes. Creo que lo han hecho por cobardía, pues también yo he sacado en consecuencia entre el grupo de mis hombre, que me adoraban, que los más cobardes eran también los más asesinos.



Yo siempre les aconsejé que no mataran cobardemente a nadie, que no robaran, que pidieran a los más ricos. Cuando tan injustamente predieron a mi compañera (una de las tres veces que lo hicieron) habíamos acordado
unos treinta y tantos hombres vengarnos y hacer una que fuese sonada en el mundo. Iba a ser dentro de la iglesia de Ponteareas, un domingo a la hora más concurrida.

Ello demuestra que no es de extrañar que muchos compañeros del lugar, allí donde hubo lucha, cuando les mataron a sus seres más queridos (pues los primeros en hacerlo fueron los sublevados, según un plan convenido) se volviesen verdaderas fieras, como así fue. Esto me reafirma en el caballo de batalla de toda mi vida: que mientras no exista la justicia social no puede haber orden, pues esto saca de quicio al ser más bueno.


Fragmento de "Memoria dun fuxido". Victor F. Freixanes. Ed. Xerais de Galicia. SA.

5 comentarios:

Fauve, la petite sauvage dijo...

"Mientras no exista la justicia social no puede haber orden, pues esto saca de quicio al ser más bueno."

Me lo aprendo de memoria, ¡qué gran verdad!

Y pensar que toda la creación surgió del desorden del caos de la nada, ¿por qué no se podría hacer el proceso a la inversa? Es decir, que el desorden y el caos llevaran a la creación... pero no a la nada, claro.

Saludos, X.
Fauve.

Paloma dijo...

Venía a comentar la misma frase que mi antecesora... jajaja... No puede haber orden sin justicia social. Una verdad como un templo.

Pero no estoy de acuerdo en su comentario posterior. El caos no es la nada, en el caos todo existe pero aún no tiene la forma que deberá tener.

Saludos.

PD. Perdón por entrometerme, fauve...

Fauve, la petite sauvage dijo...

¿Entrometerte? Por favor, en absoluto; la verdad elemental es efectivamente una verdad elemental, pero que sea verdad no significa que no tenga matices. O carices.

Y en lo del caos y la nada y la creación creo que me lié un poco al intentar expresarme, cosa, por otro lado, nada extraña en mí ;-)

Encantada de conocerte, voy a sobrevolar un poco sobre tu nido, con tu permiso.

Saludos,

F.

Anónimo dijo...

en nombre de la justicia social se cometen las más grandes injusticias.

Fauve, la petite sauvage dijo...

Iso tamén é certo, Xenevriña... Ti sempre dando no cravo. Pero alomenos loitar pola xusticia social merece a pena, ainda co risco de equivocarse, ¿nonsí?
Un bicazo, que hai moito que non sei de ti (xa te imaxino pensando: "tendrá morro ésta...") pero de verdade que boto moito de menos a moita xente, e por suposto a ti moitísimo.
Bicos a todos os que boto de menos e len isto ;-) e, claro, tamén ao dono do blog, que permite decir tolerías como as miñas ;-).