20 de mayo de 2009

En Galiza, en galego.

Hay alguna gente que cree que estos escaparates donde dejamos letras, imágenes, alegrías o tristezas, son algo parecido a un almacén donde se acumulan cosas para que desde el otro lado alguien las mire. Uno siempre ha pensado que si sólo sirven para eso, poco servicio harán. Siempre he pensado que esto es otra forma de comunicarse, una más, y en ese sentido requiere de una corriente en ambos sentidos. Por lo que sea, (es algo que se me escapa), cuando llegué aquí sintonicé con gente verdaderamente lejana en la distancia. Curiosamente, la mayoría eran de habla catalana, en sus diversas vertientes, catalana, valenciana o balear.



Este blogue forma parte da Rede de Blogueiras/os en defensa do Galego

Llevo un bichito dentro que, aunque tardíamente, me ha obligado a verter aquí una serie de sentimientos, reflexiones, y relatos que no dejan de ser una manera como otra cualquiera de comunicarse. El hecho de que esas personas estuvieran tan lejos me obligó a utilizar una lengua que conociéramos todos. Hay que decir que, como muchos gallegos y gallegas, he sido educado en castellano, porque las escuelas franquistas no entendían de respeto a las lenguas de este país de países. El hecho de que me exprese cómodamente en esa lengua, sin embargo, no oculta otro que es cada vez más palmario, y es que las escuelas de la democracia tampoco están a la altura en ese sentido, ni con populares ni con socialistas.

Hace unos años se parió en esta tierra mía una ley que prometía, si bien tímidamente, poner remedio a esa situación. La llamada Ley de Normalización Linguística. El objetivo de esa ley era que nuestra lengua, que es y ha sido siempre el gallego, tuviera en esta comunidad el peso y la dignidad que cualquier lengua debe tener en el territorio en que se habla. Se acometía, por ejemplo, la tarea de integrarla en los centros escolares, que es donde cualquier lengua del mundo tiene su lugar adecuado, estableciéndose el objetivo de que llegara a tener una utilización más o menos pareja con el castellano, lengua que se impuso de manera arbitraria y obviamente coercitiva a raíz del Decreto de Nueva Planta de Felipe II. Nunca llegó a complirse. Ha habido centros en los que la utilización del gallego, lejos de esa cuota teórica del 50%, no ha llegado al 10% y aún menos.

Aún así, algunos personajes que jamás han tenido idea de cual es el panorama linguístico en este tierra, han echado mano de la demagogia más elemental para alertar sobre los supuestos peligros que el castellano corre ante estos tímidos intentos de normalización. Alguna formación política de nuevo cuño ha situado la confrontación entre las lenguas del estado en el punto céntrico de su ideario y al grito de Galicia Bilingüe (aquí los conocemos más bien por Galicia Bífida) han llamado a la "cordura" que pregona el nacionalismo español más rancio y reaccionario. De lo cual ha sacado provecho el Partido Popular, por unas u otras razones.

La consecuencia inmediata es que le Ley de Normalización Linguística, que apenas nos permitía levantar un poco la cabeza después de siglos de maltrato y despotismo español, va a ser derogada para reimplantar lo que Feijoo, que no tiene puta idea de lo que dice, llama el "bilingüismo cordial", y que, para entendernos en pocas palabras, viene a ser retirar el gallego de las aulas y devolverlo a las aldeas, que es donde ya no va quedando nadie. Saben muy bien lo que hacen y saben por qué lo hacen.

En consecuencia, y como gallego en ejercicio que tengo el honor de ser, he decidido contribuir contra esta miseria política, intelectual y moral con un blog en gallego que he llamado Cen Mil Derrotas (http://setesoles.wordpress.com/), por razones obvias. Lejos de pensar que las lenguas nos dividen, creo que nos unen, siempre y cuando tengamos de ellas unos mínimos conocimientos. No es ni mínimamente normal que las diferentes lenguas del estado estén absolutamente desaparecidas de la educación a nivel estatal. Quienes argumentan que el castellano es el elemento común que nos une, ocultan interesadamente que esa unidad descansa en la eliminación pura y simple de las culturas que sobreviven en la península, a pesar de las políticas abiertamente excluyentes y liquidacionista de los gobiernos españoles desde siglos atrás.

El panorama de la política española es heredero de la llamada Reforma, operación de cosmética política que ha evitado la depuración de responsabilidades de la dictadura y nos ha regalado la presencia en el panorama político del país de personajes tan siniestros como Manuel Fraga, estandarte de la legión de fascistas disfrazados de demócratas que campan por las patrias praderas sin el más mínimo recato, y lo que es aún peor, de sus herederos, los Aznares, Mayor Orejas y demás fauna neofacha entre la que destaca sin duda la presencia del borbón, elegido directamente por el dictador, y de cuyas andanzas y corruptelas se han hecho eco algunos medios sin que la justicia, sorda y ciega ella, se haya molestado siquiera en abrir la boca, quizás por no llamar más la atención sobre lo que ya apesta a complicidad pura y simple.

Y de aquellos barros, estos lodos. Aquí se habla de bilingüismo sin tener ni idea de qué cosa será esa y se promulgan leyes que bajo la excusa de eliminar una supuesta imposición, imponen a toda la ciudadanía gallega las normas de los castellano-hablantes del país, a quienes previamente se ha despojado de su propia lengua. Es tan injustificable que hasta en los foros europeos les llaman la atención. La pena es que quizás sean esos foros los únicos que acudan en nuestra ayuda. Hay muchos castellano-hablantes que nos defienden y acuden con nosotros a manifestarse por nuestros legítimos derechos. A quienes leáis estas letras os pido vuestro apoyo, porque aquí nadie está hablando de exclusividad ni de exclusión, sino de convivencia basada en el respeto y el conocimiento cabal y profundo de nuestra realidad. Y nuestra realidad no será tal si nuestra cultura y muy en especial nuestra lengua no es respetada y promovida hasta recuperar la dignidad que se le ha arrebatado por medios muy poco presentables. Es absolutamente obvio que el gallego es la lengua de Galicia. Hasta el Estatuto que Fraga firmó lo dice.

Acabo con unos versos de Victoriano Taibo (que no de Piñeiro, corrijo el apunte) que han ornamentado cientos de blogs como este el Dia das Letras Galegas, jornada que algunos dedicaron a comedias florales y otros a defender en la calle, tan pacífica como rotundamente, su propia cultura.

O galego que non fala
a lingua da súa terra
nin sabe o que ten de seu
nin é merecente dela.

10 comentarios:

ababoll dijo...

Te contestaré desde la ignorancia más profunda,pero con total sinceridad(que a estas alturas de curso creo que ya podemos serlo).
Y mi ignorancia no es por falta de conocimientos sobre el tema( que también), sino por una total y absoluta falta de interes(al menos hasta que conocí a unos cuantos gallegos comprometidos...).
Y eso me da que pensar Quino. Y me pregunto el por que los castellanos de a pie,conocemos y entendemos, o no entendemos pero si conocemos, la polémica y la lucha del catalán y el vasco y no del gallego. Por que damos por hecho que el catalán y el vasco están ahí, mientras que el gallego es visto como un idioma de segunda B( y que no te siente mal...)
¿Qué parte de culpa tiene el pueblo gallego de esa visión generalizada de su idioma?¿Los catalanes o vascos han sido más reivindicativos y peleones?¿El franquismo borró el gallego con más rotundidad que las otras lenguas habladas en españa?

Rgp dijo...

Conozco a unos cuantos gallegos, alejados de su tierra que siguen hablando su lengua; lo hacen en sus casas y han tratado de que sus hijos aprenden el idioma de su pais. Tambien algunos de estos niños estudian en euskera.

Creo que los que hemos sufrido el problema siempre hemos tenido en cuenta a la lengua gallega y sus problemas. Puede que el resto del pais no lo haya hecho

xenevra dijo...

Hace años, no muchos, vi la película A vida que che espera (eles poñían che) que acababa con una frase que ya no olvidé "de lo que no se habla, no existe". Así pues, casi debemos agradecer a galicia Monolingue que nos diese esa visibilidad que nos arrebataron hace tantos siglos.

Nadie ve un problema en Galicia el gallego, porque el problema es el otro. Qué hace a uno de fuera interesarse por el idioma?? Supongo que el conocerlo, el ver la situación y pensar que no se debe contribuír a la desaparición de la lengua (igual que nadie se ofrece voluntario para acabar con las ballenas).

Mucho mejor que yo lo explica Víctor Freixanes en este artículo Camiño para andarhttp://www.lavozdegalicia.es/opinion/2009/05/24/0003_7737912.htm

Curconet dijo...

Tú sabes que te comprendo... Los que no entienden de bilingüismo son aquellos que conocen una sola lengua y, además, poco interés tienen en abrirse a conocer otras nuevas. Pero lo peor de todo es cuando pecan de intolerantes y atacan esas lenguas diferentes de la suya, sin motivo, sin razón, aunque ellos siempre encuentran justificaciones. ¡Con lo que a mí me hubiera gustado aprender a hablar el gallego de pequeñita en mis veranos en Galicia y no sólo comprenderlo!. Pero el gallego estaba mal visto y como tú dices reservado a la gente de la aldea, y si querías presumir de cultura y de clase tenías que hablar castellano... Triste... y no hace tanto tiempo... Un beso Quino. Petons i una abraçada molt forta!

MGJuárez dijo...

Hola Xocas. Nada que decir, ya lo has dicho todo, y muy bien.

Encantada de acceder a tu otro espacio, que ya mismo enlazo a los mios.

Una forta abraçada!Montse.

Luisa Tejada dijo...

Como bien lo has dicho, Xocas. Yo creo que España es una nación de naciones, cada de una de estas con sus propias manifestaciones culturales, dentro de ellas, la más importante: la lengua.
Los políticos hacen demagogia de esta expresión cultural por excelencia de los pueblos para pasar por alto derechos ya no solo linguísticos, sino humanos. He aquí cuán importante es el respeto a la identidad y a la lengua como signos máximos de una nación.
UN fuerte abrazo, Xocas. Me encantó tu crítica.

secretpath dijo...

que donde hay que firmar el manifiesto......lo demás ya lo habéis dicho vosotros

Fauve, la petite sauvage dijo...

QUé mejor conclusión que la final. Sí, es cierto; en España no somos muy comprendidos porque la riqueza de dos lenguas se ha convertido en la división por motivos políticos utilizando la palabra "imposición", como si el hablar bien se "impusiera"...
Por cierto, no me había fijado en lo del otro blog, ya decía yo que escribías mucho en castellano ultimamente; tomo nota ahora mismito.
Biquiños.

Anónimo dijo...

Blog genial !
Recomendaria a todos los que esten de acuerdo con este blog que si no se lo han leido que se lean "Sempre en Galiza" de Castelao, libreo realmente bueno del que se puede aprender mucho sobre nuestro idoma,historia,cultura, cosas que todo gallego deberia conocer y que la gran mayoria desconoce.
Me alegra lee este blog, ya que cada vez quedamos menos con estos ideales!

Anónimo dijo...

Blog genial !
Recomendaria a todos los que esten de acuerdo con este blog que si no se lo han leido que se lean "Sempre en Galiza" de Castelao, libreo realmente bueno del que se puede aprender mucho sobre nuestro idoma,historia,cultura, cosas que todo gallego deberia conocer y que la gran mayoria desconoce.
Me alegra lee este blog, ya que cada vez quedamos menos con estos ideales!