30 de junio de 2009

Oración para descreídos



Padre nuestro, acaso ubicuo pero ilocalizable

ten la bondad de ponerte un nombre como dios manda

venga a nosotros tu reino, que dos mil años es plazo razonable

hágase tu voluntad, aunque bien podrías contar con la nuestra

así en la iglesia como en los bancos

El pan nuestro de cada día... es nuestro, acuérdate

perdónanos nuestras deudas

porque a tus delegados se les olvida esa sencilla instrucción

así como nosotros perdonamos a nuestros deudores,

por lo demás insolventes

Si nos ves caer en la tentación

recuerda que a esa tía buena la has puesto tú en el tierra

Y líbranos del mal, que ya es embarazoso recordártelo.


(Y de la hipocresía, que se te olvidó incluirla entre los pecaditos, caramba...)


Amén


(Será por pedir...)


Foto: interior de la iglesia de S. Francisco. Villafranca del Bierzo.

4 comentarios:

MGJuárez dijo...

¡Bravo! Simpático, certero y mordaz. Me ha encantado.

Abraçades!
Montse.

Luisa Tejada dijo...

Jaja... Este debería ser el padre nuestro que recen los de las sotanas.

Muy bueno, un abrazot!!

Anónimo dijo...

Si es que lo has bordaooooo!!!

Ya tardabas tú en ponerlo para todos, así tendrían que rezar algunos y bien seguro que algo te habrás guardado en tu cabecita, porque tu autocensura a veces te puede... si?

A Conxurada dijo...

Jajajaja, encantoume esta versión do padre nuestro. E a fotografía tamén, porque esa igrexa é parecidísima á do pobo da miña avoa.

Un saúdo.