28 de diciembre de 2006

Fuente


Acostumbro a visitar este pequeño espacio. Vengo a por agua. Ya sé que la tengo en casa, pero es que las bacterias de esta me han caído simpáticas. Se las ve más antiguas. Fijaos bien en esos musgos. Y en esos óxidos.
Nunca me he encontrado a nadie que hubiera visto anteriormente.. Bueno, no. No es verdad. A veces me encuentro aquí a un viejo que acude a la fuente con la garrafa llena. Y le he visto más de una vez. Quienquiera que sea que esté por aquí se lo hace notar con una nota de humor. No le hace mucha gracia. Pero tampoco protesta. Engancha los bártulos y se larga por donde ha venido. No se despide.
Aquí cruzamos conversaciones que siempre tienen que ver con el agua. “Onde vai que eu non via a fonte desta maneira”. Pero nadie se para a hacer teorías sobre al cambio climático.
Alguien ha pintado un símbolo nazi en una de las paredes. Nazi, con cé. Y luego ha venido otro que se cree mucho más listo. Y ha escrito “Mata nazis a patadas con las botas bien atadas”.
Es mejor contemplar a esas gotas congeladas en el tiempo....Mientras el eco repite,...tiempo, tiempo, tiempo, tiempo.....
Vaya !... el viejo ha vuelto... con la garrafa llena.





2 comentarios:

Anónimo dijo...

me han dado ganas de ir a buscar agua a esta fuente :-D

Besos

fugaz dijo...

hay lugares que por mucho que se empeñen en desbaratarlos, llevan en sí tanta fuerza que se impregna con tan solo echar una mirada. Y desde luego si ir a la fuente entraña conocer ese lugar, vale la pena