27 de diciembre de 2006

Un nombre

La luz se le cae por la cara como un ánima
como si resbalara de puro no saber dónde agarrarse
Lleva la boca abierta, tratando de encontrar un aire cicatero

La atención, si le queda, ya va como desnuda
Y las manos optan, es un decir, por esconderse
como escapando, en esa oscuridad, del naufragio seguro

Todos van a decir que no es culpa de nadie
No es la primera vez que esas palabras te muerden los riñones
Te sacuden los cielos. Te penetran la carne

Le ves y te preguntas si no era igual que todos
Y te respondes, Si, como si de verdad supieras la respuesta
Y después, más preguntas, ¿cómo ha llegado a esto?

¿Cómo he llegado a esto?

Ahora los recuerdos han devenido escarchas
desechos, fotocopias, bien poco más que un eco
Pero piden tributo. Te señalan y, torvos, te tuercen la mirada

No has hablado con él
Eso lo sabes
sin tener para nada que esforzar el recuerdo

Y ahora que esos silencios velan su cuerpo exiguo...
Te preguntas por qué....Serás hijodeputa .... !!

Nadie puede querer a alguien....nunca.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

vaiaaaaa!!! é preciosa!!! e dura e real e certeira e ferinte e diaria. é todo iso que nos empeñamos en negarnos.
:-0

Puck dijo...

Cuando las palabras remueven, retuercen las entrañas, hay poesía...

Y aquí la he encontrado a toneladas...