Hubo un tiempo de arroz, lágrima y vino
de relojes parados en la aurora
Hubo un alud de pétalospalabras
un retumbar de vientos en las manos
Una noche de besos que se murieron nunca
y un siempre que murió a las poquitas horas
Luego vino un invierno de rama enmarañada
Y aún así sigo aquí, sumando el tiempo.
10 comentarios:
Qué preciosidad de poema, Siete!!
o restándolo Quino...
Ese tiempo es el que vale. Y el resto... es tiempo perdido :)
como no tengo palabras, te dejo una imagen: la boca cerrada, muy cerrada; los ojos vidriosos que no se apartan de la pantalla. Releo una y otra vez. No respiro. No quiero que ningún ruído me aparte de este momento.
Un texto 10. Enhorabuena.
Hola Xoca. Te devuelvo la "visitilla", y me alegro de ello. Este texto me ha encantado, contiene la esencia de vivencias intensas. Y la fotografía... ¿es tuya? Me gusta ese efecto del árbol que se enreda en la casa, ¿o es en la casa donde nace el árbol y aparentemente precisa salir de ella?
No te preocupes excesivamente por "visitas comprometidas", ya con esta de ahora me has sorprendido y quedo gratamente como lectora.
Un abrazo,
Montse.
Bello...muy bello. Increíbementye maravilloso. Me encantó . Te sigo. Un abrazo
Donde, cuando, como ... enterrar los besos que nunca murieron y hacer que el siempre de pocas horas
se transforme en nunca olvides .....?
Siempre precioso y lleno de sensibilidad todo lo que escribes.
Musu, bico ....
Distinguido Escritor:
El Consejo Editor de Biblioteca Digital Siglo XXI me ha encomendado la tarea de contactarle.
Para cumplir ese cometido solicito que me informe su dirección de correo electrónico para
taniaalegria.net@gmail.com
Con un saludo cordial y un abrazo amigo.
Tania Alegria
http://sites.google.com/site/sigloxxiliteraturaypoesia/
Si ya me había gustado la foto, más lo ha hecho el texto que la acompaña. Me encanta la sensación que provoca esa capacidad de sintetizar algo tan complejo como la intensidad...
Bicos e flores
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